Esperemos...

Tras la destitución de Claude Jo­seph como ministro de Relacio­nes Exteriores de Haití, se abren resquicios de optimismo hacia una mejor relación con Repúbli­ca Dominicana. El primer ministro Ariel Hen­ry hizo una remoción del gabinete donde fue designado como nuevo canciller Jean Victor Genesus.

Durante todo el tiempo que estuvo al fren­te del ministerio, e incluso en el breve lapso que estuvo como premier interino, Joseph se caracterizó por tener una actitud injustifi­cadamente hostil hacia nuestro país. En con­traste con la postura de Henry, quien ante las medidas que en materia migratoria y de fron­tera República Dominicana ha tenido que to­mar ante los desbordados niveles de insegu­ridad y descontrol de un Haití en manos de pandillas criminales, procuraba el dialogo y la avenencia, el exfuncionario se encargó hasta el ultimo momento de echar torpedear y le­ña al fuego. Su reiteración para que Haití re­anude los trabajos de desvío del río Dajabón (también llamando Masacre), en franco irres­peto a lo pactado en el acuerdo binacional de 1929 relativo a los recursos naturales comu­nes, fue el “último cuplé” de su gestión, ma­tizada por la discordia. Es obvio que Claude Joseph, a quien también se menciona dentro de los implicados en el magnicidio del presiden­te Jovenel Moise, y de quien se rumora se pos­tulará como candidato presidencial, pretendió usar el anti dominicanismo como herramien­ta política, lamentablemente en ocasiones con la complacencia de algunos perversos de este lado. Esperemos (con reservas) que ahora, en esta nueva etapa, la diplomacia haitiana se ma­neje de una forma más respetuosa, adecuada y agradecida.