EL BULEVAR DE LA VIDA
La democracia liberal en apuros
Mejor tarde que nunca. El mal momento por el que atraviesa la democracia liberal en todo el mundo, junto al avance de los gobiernos autoritarios y los candidatos populistas con grandes posibilidades de llegar al poder; justo en un Siglo XXI que no será ya el siglo de una Europa en decadencia, sino el de una China y una Rusia en crecimiento y tan alejadas ellas de los valores de la democracia liberal de la que durante todo el siglo XX Europa fue el estandarte, y después de la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos el modelo; todo esto es lo que explica que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, cual Marcel Proust de la política,
“En busca del tiempo perdido”, haya llamado a una Cumbre mundial por la democracia donde reunirá a líderes políticos, filántropos, y activistas sociales, en lo que a todas luces parece ser la presentación en sociedad del Nuevo Consenso de Washington, más “verde que te quiero verde” y menos neoliberal. ¡Dios se lo pague!
Los temas de la agenda nos dicen por dónde van los tiros: Defensa de la democracia frente al autoritarismo, combate a la corrupción y promoción del respeto de los derechos humanos.
Quizás falta en esa agenda el cambio climático que a mediano plazo está poniendo en peligro, no solo el Planeta, que es mucha gente, sino tu país, tu pueblo, tu familia, lo que amas. (Es el capitalismo salvaje atrapado en las patas de los caballos de los siete jinetes de su apocalipsis neoliberal de los años noventa. De aquellos polvos (de los malos) vienen estos lodos).
Mientras Biden anda preocupado por el crecimiento de unos autoritarismos que están atentado contra la democracia en versión liberal y que, a diferencia de sus gorilas golpistas de todo el siglo XX, (Trujillo, Stroessner, Videla, Somoza) no son “sus hijos de puta”, sino los de China, Rusia o Irán, uno saluda su invitación a nuestro presidente, Luis Abinader, en lo que viene a ser un reconocimiento al mandatario dominicano que hasta este momento ha demostrado en los hechos su compromiso con la lucha contra la impunidad y el rescate de la institucionalidad, que es la mejor manera de defender esta democracia cínica, papelera y un poco puta, pero perfectible, amor, perfectible, que para perfectas las dictaduras.
Con su permiso.