EN SALUD, ARTE Y SOCIEDAD
Pedro Brache: contribuir más y avanzar unidos
La economía mundial se va encaminando poco a poco a la recuperación, el turismo va creciendo y somos testigos de cómo, lentamente, el mundo se esfuerza por dejar atrás los malos tiempos. Brache, Pedro.
Presidente del Consejo Nacional de Hombres de Empresas (CONEP)
El sector empresarial dominicano, y entre estos el sub sector industrial, —incluyendo construcción, agroindustrias y manufacturas— son, desde el punto de vista del desarrollo, las turbinas propulsoras del crecimiento real, de la producción de riquezas. Motores del Jet que, con sus dinamos girando, afinan el despegue en la pista de El Cambio.
Condenada a asumirse como economía de servicios ante el hecho dramático y tozudo de infraestructuras industriales locales por ampliar, la República Dominicana tiene entre sus retos urgentes reducir esa brecha que sobre la balanza comercial mantiene o amplía un déficit persistente.
En tal entorno resuenan las palabras del señor Pedro Brache, Presidente del Consejo Nacional de Hombres de Empresas (CONEP).
En su disertación ante la Cámara Dominico Americana de Comercio (AMCHAMDR) anteayer 19 de octubre, 2021, abogó por “el gran reinicio (“reseteo”) dominicano”; propuso mirar al futuro y a la generación de oportunidades.
Abogando por superar el marco causal de la pandemia sobre la economía, abogó, enfáticamente, por “poner toda nuestra energía en generar soluciones”, y como “ya nos hemos sobrepuesto a mucho”, “enfocar la mirada y confiar en la luz que se ve al final del túnel”.
Llamó a los sectores económicos a un optimismo activo: a que desplieguen con determinación y dinamismo las acciones que les son propias y gracias a las cuales se ha “logrado mantener el crecimiento económico contra viento y marea”, siendo “un ejemplo de estabilidad y progreso para toda la región”.
Invocó la unión porque “La visión de «sálvese quien pueda» es hoy el camino para que no se salve nadie”.
Para él, lo que debe permanecer tras ese “gran reseteo” propuesto desde los organismos internacionales, son las personas. “Es hora de que hagamos un compromiso aún mayor por cuidar de nuestra sociedad, por cuidar de la gente”, propuso.
Para él, la polarización amenaza con destruir el tejido político y social ya que “cada persona vive, cada vez más, dentro de su propia burbuja digital, dificultando el diálogo, el entendimiento y la construcción de consensos”. Y eso crea un vacío “en el que sólo puede crecer la anti política”.
Así que, dijo: “…ante el peligro del desencanto, como en todos los desafíos que nos plantea el momento actual, tengo el firme convencimiento de que la única respuesta posible es apostar por más unión y más compromiso”.
Unión y compromiso para abordar y empezar a solucionar las tareas que el país tenía pendientes desde antes de la pandemia: en las áreas de educación, la competitividad, innovación, medio ambiente, energías renovables...
De aquí que prefiere reformas “progresivas, encaminadas a fomentar un clima favorable para la inversión, la creación de empleos y el crecimiento”, la sostenibilidad, entre otras.
“Por todo ello” —planteó—, “debemos contribuir aún más al desarrollo de estas iniciativas”.