Al borde del abismo

Este fue el títu­lo del edito­rial del Listín Diario del sá­bado pasado. Fue tomado como refe­rente de las palabras del Secretario General de Las Naciones Unidas, Anto­nio Guterres.

Guterres hizo énfasis en el alto grado de des­confianza que prevalece hoy en día en la interac­ción de los miembros de la especie humana. Todo parece indicar que en el momento cumbre de las facilidades de comunica­ciones de que disponen los seres humanos actual­mente, no se ha logrado una mejor comunicación entre los mismos. A tra­vés de la historia pode­mos ver como los huma­nos, imponiendo nuestro orgullo e intereses per­sonales nos hemos er­guido sobre el resto de la sociedad y hemos gene­rado las confrontaciones y guerras que nos dividen y maltratan. En este caso la experiencia parece no haber aportado nada.

Uno de los males visi­bles de nuestra sociedad de hoy es el crecimiento desproporcionado de la población mundial. Las necesidades de proveer comida, salud, escolari­dad, entretenimiento y techo para tanta gente, nos ha traído a la época del cambio climático, con todos los malestares, y distorsiones que crean al planeta Tierra.

Como hemos citado an­teriormente, los científi­cos escritores del libro, “The Accidental Homo Sapiens”, Ian Tattersall y Rob Desalle, han di­cho que para que la espe­cie humana pueda dar un paso de avance como tal, tiene que reducir dramá­ticamente su población actual. Ellos dicen que indefectiblemente eso su­cederá, ya sea por medio de una gran pandemia, por una gran guerra nu­clear, o como sucedió ha­ce unos sesenta y cinco millones de años por el choque de un asteroide con nuestro planeta.

Este libro fue publi­cado en abril del 2019, unos siete u ocho meses antes de la aparición de la pandemia del virus Co­vid-19. El aspecto de la guerra nuclear no se pue­de descartar cuando ve­mos líderes mundiales que muestran conductas y estados mentales nada confiables, cuyo accionar repentino puede llegar a producir ese conflicto nu­clear. Ejemplos abundan en la actualidad. La po­sibilidad del choque con un gran asteroide no es descartable porque ya ha sucedido.

El avance tecnoló­gico nos ha permitido controlar los límites de daño que nos ha traído esta pandemia. Resulta imprevisible hasta dón­de podrían llegar los daños de una gran gue­rra nuclear para la vi­da en el planeta, y por depender de decisiones humanas nadie puede asegurar que no suce­derá.

Ciertamente, estamos al borde del abismo, cual­quier paso en falso nos puede arrojar al vacío.