La cuestionable tercera dosis

Encerrados en nuestros microcosmos se entiende la necesidad de una tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19. Si observamos que en realidad hay unas 4,000 millones de personas sin vacunar, darle una tercera dosis a los ya vacunados, es sencillamente una inmoralidad, más nada.

De siete mil millones de terrícolas, tres mil millones tienen al menos una dosis de la vacuna. Es un sin sentido, humanamente hablando, ampliar la protección de quienes ya tienen la vacuna, ahora debemos expandir la protección hasta donde todavía no ha llegado.

Y la efectividad misma de la vacuna, antes de un año ya necesitamos una tercera dosis resulta incomprensible. El único triunfo humano contra un virus, la viruela, la madre de todas las pandemias, se logró con la cooperación internacional, sin competencia. Debemos asumir una política de salud pública mundial, aquí nadie estará a salvo, hasta que todos estemos a salvo.