COLABORACIÓN
Un año de esperanza en Oriente Medio
En estos tiempos desafiantes, es natural buscar faros de esperanza y optimismo. Hoy podemos centrarnos en un faro que está iluminando la senda hacia un futuro mejor en Oriente Medio. Hace un año, Israel, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudan firmaron los acuerdos de paz y normalización, conocidos como Acuerdos de Abraham, con la mediación de Estados Unidos.
La ceremonia del 15 de septiembre de 2020 en el césped de la Casa Blanca fue un evento histórico, un hecho con el potencial de transformar el Oriente Medio. En su aniversario, celebramos los propios Acuerdos con los notables logros alcanzados en tan solo un año, incluso en las difíciles condiciones de la pandemia.
Durante años, Israel trabajó entre bastidores para establecer relaciones diplomáticas y económicas clandestinas con otros Estados
moderados de la región. Se requirió de sabiduría para acabar reconociendo que Israel es una parte integral y permanente del Oriente Medio con mucho para aportar a su estabilidad y prosperidad. Se requirió de visión para priorizar el futuro y contemplar aquello que vincula a los pueblos de la región. Hizo falta coraje para aceptar que la paz no es el compromiso vergonzoso que los elementos hostiles pretenden que sea, sino una victoria para todo lo que es bueno en la humanidad.
El primer ministro Bennett destacó la importancia de este cambio de paradigma en una conversación telefónica con el Príncipe Heredero de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, al decirle que la actitud de EAU hacia Israel “era un cambio importante” y “una inspiración para otros países y líderes de la región.”
Los Acuerdos están fortaleciendo los lazos entre las naciones y los pueblos. Las cálidas relaciones se filtran desde los líderes nacionales a todos los aspectos de la sociedad, y actualmente están prosperando entre los individuos y las sociedades.Las interacciones entre las personas han crecido exponencialmente. Desde el primer vuelo directo entre Tel Aviv y Dubái, en noviembre pasado, más de 200.000 turistas y empresarios israelíes han visitado los EAU y Bahréin, conectando pueblos y culturas como nunca antes.
La importancia de los contactos entre los pueblos no puede ser subestimada. Como dijo el ministro de Relaciones Exteriores Yair Lapid durante la inauguración de la embajada de Israel en Abu Dhabi, “los acuerdos son firmados por líderes, pero la paz se hace entre los pueblos.”
Los acuerdos generaron interesantes oportunidades de cooperación regional e internacional en los ámbitos de la energía, la sostenibilidad, el turismo, la seguridad y mucho más. Treinta y cuatro acuerdos se encuentran actualmente en curso entre Israel y los EAU, y se han firmado 14 sobre temáticas que van de la cooperación en el campo de la salud y el medio ambiente a la colaboración en agricultura. Israel está trabajando con Bahréin en veintiún acuerdos, habiendo sido firmados doce, entre ellos en los ámbitos de la economía, el turismo y las comunicaciones. Israel aspira a continuar el desarrollo regional iniciado con los Acuerdos de Abraham y ampliar el círculo de la paz y la normalización. De hecho, Israel cree que puede aportar un cambio en el conflicto y establecer una coexistencia pacífica con sus vecinos más próximos, los palestinos, en el espíritu de los Acuerdos. Al fin y al cabo, la paz genera paz. Además, el proceso de normalización sirve para consolidar efectivamente las fuerzas moderadas en la región frente a las amenazas compartidas, proporcionando un contrapeso a la amenaza iraní.
Los valientes pasos dados representan la decisión de construir juntos un futuro que beneficie a todos nuestros pueblos. Han iluminado el camino hacia una nueva realidad esperanzadora en el Oriente Medio, que mejorará el bienestar de su población y traerá paz, seguridad y prosperidad a todos. Y la esperanza, en última instancia, prevalecerá.
¡Shalom!
El autor es Embajador de Israel en República Dominicana