Santo Domingo 24°C/26°C scattered clouds

Suscribete

EL INFORME OPPENHEIMER

El dictador de Nicaragua es un hombre con suerte, pero su fortuna se podría acabar

Avatar del Listín Diario
Andres OppenheimerSanto Domingo

El dictador nicaragu¨ense Daniel Ortega ha tenido suerte en las últimas semanas: la retirada de Estados Unidos de Afganistán, el terremoto en Haití y las protestas callejeras en Cuba han desviado la atención internacional de sus masivos abusos contra los derechos humanos.

Además de eso, el régimen de Ortega anunció el 23 de agosto que ha recibido un paquete de asistencia financiera de 343,5 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI). Ese y otros préstamos de organizaciones regionales le han permitido a Nicaragua aumentar sus reservas a más de $3.6 mil millones de dólares, un record histórico para el país, dijo el gobierno. Pero es hora de que el mundo le vuelva a prestarle atención a Nicaragua, porque lo que está pasando allí es terrible.

En relación a su población, Nicaragua es probablemente el peor violador de derechos humanos del continente.

Según Human Rights Watch, más de 300 nicaragu¨enses fueron asesinados y 2,000 resultaron heridos por la policía y grupos paramilitares en las protestas antigubernamentales de 2018. Esa es una cifra enorme para un país pequeño de solo 6 millones de habitantes. Es más del doble de la cantidad de manifestantes que murieron en las protestas del 2017 en Venezuela, un país de 32 millones de habitantes.

Y mientras el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, ha dejado a algunos líderes de la oposición fuera de la cárcel para mantener una fachada de democracia, Ortega ha encarcelado a todos sus contendientes para las elecciones presidenciales del 7 de noviembre en Nicaragua.

En los últimos meses, el sistema de justicia controlado por Ortega le ha quitado personería jurídica a todos los partidos de oposición, y encarceló a los 7 principales precandidatos opositores.

“Toda la oposición ha sido decapitada. Ya no queda nadie para desafiar al régimen”, me dijo el conocido periodista opositor Carlos Fernando Chamorro desde su exilio en Costa Rica. “Nunca habíamos visto algo así, ni siquiera en el apogeo de la Revolución Sandinista en los años ochenta”.

La hermana de Chamorro, Cristiana Chamorro, quien encabezaba las encuestas para las elecciones de noviembre, está bajo arresto domiciliario, y su hermano Pedro Chamorro fue enviado a la cárcel poco antes de que anunciara su candidatura como candidato sustituto.

Ahora, Ortega se postulará para las elecciones de noviembre sin ningún rival verdadero. Hay un puñado de candidatos elegidos por el régimen que se harán pasar por candidatos opositores, pero ninguno de ellos es un verdadero crítico del gobierno.

Tags relacionados