Diálogo

Con la asistencia ayer al dialogo convocado por el presidente Luis Abinader el pasado día 18, el país acaba de dar una adecuada muestra de madurez cívica. La presencia del liderazgo político, económico, empresarial, sindical y religioso en las conversaciones coordinadas por el Consejo Económico y Social, abren espacios de esperanza hacia una necesaria mentalidad. Desde hace mucho tiempo la sociedad viene reclamando de sus líderes (medularmente los políticos) que tengan la visión de, aun manteniendo sus legítimas diferencias, poder establecer los puentes necesarios para abordar, cuando así se requiera, los temas de carácter nacional sobreponiendo el interés colectivo al particular. Y eso fue precisamente lo que pasó la víspera, cuando todos los partidos invitados participaron en el inicio de las conversaciones en torno a las 13 propuestas a discutir y para lo cual se definió la metodología a desarrollar en la reunión del 15 de septiembre. La reforma constitucional, la reforma de la Transparencia y la Institucionalidad; la del Sector Eléctrico; la del Agua; de la Policía Nacional; la Modernización del Estado; la Calidad Educativa; la Seguridad Social; el Transporte; la Transformación Digital; la Reforma Fiscal; la Laboral; la Reforma del Mercado de Hidrocarburos, y una reforma a las leyes electorales junto a la creación de un Código Electoral, serán parte de los temas a debatir. La iniciativa del presidente es aplaudible y la respuesta de los convocados también, porque ya en estos tiempos el lenguaje incendiario y la postura intrascendente no debe ser la herramienta del político, cuya bandera fundamental tiene que ser lo más le convenga para el país.