Orgullo Nacional

Al cumplirse el primer año de la ges­tión de Luis Abinader y el PRM, el gobierno en pleno y los políticos que le sostienen han salido a pro­clamar sus virtudes. Lograr vacu­nar más de la mitad de la población, reducir al mí­nimo los niveles de contagios y tomar el camino de la recuperación económica son, por ejemplo, éxi­tos incuestionables.

De esos éxitos hay muchos responsables, como lo es un sector empresarial, privado, la industria, que ha cerrado filas con las iniciativas para aliviar los rigores que la pandemia acusa y fortalecer la institucionalidad, elecciones y cambio de gobier­no incluidos. Las industrias cumplieron al mante­ner la maquinaria en movimiento, produciendo, preservando empleos dentro de sus posibilidades manteniendo su rol fundamental en los encade­namientos, como su vinculación con todos sus suplidores de bienes y servicios, importación de tecnología y conocimientos, así como generando ‘divisas duras’ e ingresos tributarios. Muchas esas industrias de tradición son ejemplos de cómo se cimenta el efecto multiplicador en la confianza, el dinamismo, la innovación, la transparencia, la res­ponsabilidad con las comunidades, en la calidad de sus productos y servicios.

Casos emblemáticos del compromiso con los dominicanos, como la Cervecería Nacional, Gru­po Rica, la Sociedad Industrial, por ejemplo, son responsables de más de 125,000 empleos directos e indirectos, los que multiplican su cadena de va­lor a través de los miles de colmados, restaurantes, bares distribuidos por todo el país con productos ‘Marca País’, que motorizan crecimiento, amplian­do y fortaleciendo una oferta que con su amplia gama de productos, pertenecen a la cotidianidad de la gente.

Por ello son Orgullo Nacional.