Investigan si hay testaferros

En estos tiempos que estamos entre pescadores y biólogos marinos hay que socorrerse de la ley para saber los instrumentos con que se cuentan para atrapar a los podrían ser presuntos culpables de robar al erario.

En el lapso que lleva este gobierno se han apresado en resonantes operaciones marinas a varios personajes de la pasada administración y para estar al día y hay que irse más allá del monte de la difamación.

Tenemos que aguzarnos porque escuche decir que los chinchorros no atrapan peces grandes ya que pueden rompen la red; también debo investigar si hay veda para atrapar tiburones o penalidad por comer tiburón podrido.

De buena fuente supe que la Procuraduría desarrolla ingentes esfuerzos tras los botines que ocultan los presuntos implicados en los actos de corrupción. Buscan canaletas, combinas, cajas fuertes y la identidad de testaferros que ahora al prestar el nombre adoptan la vida del representado para mejor ocultar los bienes asignados con un estilo de vida acorde.

La Ley 155-17 Sobre Lavado de Activos define al testaferro como la persona física o jurídica que hace aparentar como propios los activos y bienes de un tercero procedentes de actividades ilícitas y cuyo propietario real no figura en los documentos que dan cuenta de tu titularidad. Los testaferros pueden ser inculpados como lavadores de activos con la posibilidad de ser condenados a penas de tres a seis años y multa de cien a doscientos salarios mínimos por prestar sus nombres para adquirir bienes o activos.

Los asociados a presuntas redes del robo al erario no son exculpados por ser amigos o familiares y los ojos de la ley indagan a sol y sombra las huellas del dinero. El rastro podría ocultarse en cajas fuertes o bancos en el extranjero, pero la tecnología ayuda, además que siempre cuentan con vinculados que negocian con la justicia para obtener un trato especial.

¿Quién será el testaferro del cabecilla de la banda?