Leitmotiv de una reforma fiscal

Se ha planteado la necesidad de promover una reforma fiscal para ajustar la economía dominicana a un nivel de equilibrio pari passu reforzando la sostenibilidad financiera y comprimir el déficit fiscal ocasionado por la pandemia del covid-19. El planteamiento avalado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) quien ve un sistema tributario en el país lleno de complejidades y subterfugios. El criterio del BID es que la baja recaudación en nuestro sistema tributario refleja también el bajo de nivel de vida que padece la gran mayoría de la población. Indica la organización multilateral que el sistema de administración fiscal recauda un 14,4% del total de ingresos medido en término del Producto Interno Bruto (PIB) el cual está muy por debajo de la media recaudatoria de la América Latina y el Caribe situado en un 24% del PIB. Esto da entender el poco avance que ha hecho el país en elevar los recaudos fiscales en relación con el promedio latinoamericano. El gobierno dominicano ha dicho que el proyecto de reforma fiscal que se elaboraría apunta hacia una reforma por el lado de los gastos. La reforma ha sido proyectada para el 2022. Coincide este criterio con el BID cuando éste revela que el gasto público del país fue de un 16,6%/PIB en el 2019 mientras que a nivel de la región promedia una correlación de 27%/PIB que refleja una brecha de 10 puntos. La entidad continental plantea dos factores principales por el cual las recaudaciones fiscales ameritan ajustes: La primera, es el elevado incumplimiento tributario existentes; y, en segundo término, señala, las elevadas exenciones y subsidios que impactan a favor de los segmentos de mayores ingresos de la sociedad dominicana. Esto a juicio del BID, limita la disponibilidad de mayores recursos económicos para destinarlos a mejorar el nivel de vida en los grupos de menores ingresos y que se traduce en una mayor desigualdad social y económica en amplios sectores de la sociedad. El reto está como confeccionar una reforma fiscal, simple, justa, progresiva y transparente, que aliente el empleo, la inversión, el comercio y el desarrollo. En la administración de Donald Trump 2017-2021 se hizo una reforma fiscal que bajó los impuestos corporativos, pero también mejoró el bolsillo de los norteamericanos que es lo que cuenta al final del camino.