UN MOMENTO
El justo y el corrupto

Hay un salmo que afirma: “el justo crecerá como la palmera”.
Qué hermosa es la palmera, ¡como crecen en nuestros países!
El justo, el honesto, que vive como debe vivir frente a hombres y mujeres, crecerá como la palmera y el corrupto se pudrirá. Lo comparó con un jobo, un jobo viejo se pudre.
Palmera y árbol que se pudre. Nosotros escojamos qué queremos nosotros ser: palmera o ser árbol que se pudre.
Si escogemos ser árbol que se pudre, tendrá otro que venir a restaurarnos para que podamos ser palmeras, siempre nos podemos rehacer como las palmeras.
Crezcamos como las palmeras, hermosos y tratemos de no ser un árbol que se pudre.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
