ORLANDO DICE...
Si es que no, es que no
Los políticos dominicanos nunca fueron niños, pero ahora adultos se comportan como tales, ocasionando problemas a la República y a su democracia.
Todos los niños en su momento supieron que las postalitas repetidas se devalúan, bajan de precio. Incluso, en ocasiones, mejor botarlas.
El país tiene problemas en los órdenes económico y social, pero no político. Lo cual es una ventaja para el gobierno, pues nada de crispación en el ambiente.
El alza de precios es un loco difícil de bañar, pero se baña, aunque sea de lejitos y con manguera. Cuando el inconveniente se socializa, toca a menos.
Cada sector es responsable de poner las cosas en su lugar. Si los precios no se someten a los rigores de las medidas extraordinarias que sean recomendadas, el fracaso será compartido.
Aunque el gobierno es reo de sus exageraciones y de sus confusiones, pues recauda más que en tiempos normales, y por igual más cuantiosa la inversión extranjera y las remesas se sobrepasan cada mes.
El gobierno marcha tan bien en opinión de sus voceros, que no se explican algunas acciones extremas. El director de Presupuesto, por ejemplo, informa que el gasto en vehículos, viajes y viáticos se redujo en un 68 por ciento.
68 es mucho de cualquier cosa, y la gente se pregunta, esperando que le respondan, si eso es así, y no puede aspirarse a cien por ciento ¿por qué se dispusieron ahorros mediante decreto?
La administración puede ser incoherente, pero conviene no desdecirse, como sería que Contrataciones se constituya en excepción y no acate la política de austeridad.
Si se decidió no comprar vehículos por el momento, la dependencia del gobierno que ande a pie, que siga a pie, hasta que sean otras las condiciones.
La llamada autoridad moral es importante en determinadas circunstancias, y la de ahora sería una de ellas.
Si el gobierno no pone el ejemplo, o ese ejemplo se da de conjunto, y no de modo selectivo, se pierde sentido de las cosas, y nada peor para un régimen que caos en los mandos.
Si es que no, es que no.