UMBRAL
La Ruta de la Seda digital
El Cinturón y la Ruta, o la Nueva Ruta de la Seda, no solo es la articulación de puertos, aeropuertos y redes de carreteras y vías ferroviarias; es también, y con el propósito de servir de soporte a toda esta estructura física, la Franja y Ruta de la Seda Digital; un proyecto tan ambicioso como el físico que apunta a la aceleración del comercio electrónico con el que empresas chinas pretenden competir con sus pares estadounidenses apostando a la creación de estándares tecnológicos de factura propia, una necesidad acentuada a raíz de la guerra comercial con expresión en las empresas tecnológicas, que han puesto a Huawei y ZTE en situaciones de vulnerabilidad frente al acoso y las sanciones de que fueron objeto por parte de la administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que, consciente del terreno que iba ganando el gigante asiático, definió una estrategia de confrontación que escaló a los niveles que hemos descrito en otros trabajos, lo que empujó al presidente Xi Jinping a decantarse por la autosuficiencia tecnológica, lo que en proyección vendría a hacer más daño a los estadounidenses, que perderían un inmenso mercado para partes de productos de alta gama.
Un resultado de esto, que por el momento no parecería significativo, es el lanzamiento del sistema operativo de Huawei HarmonyOS, hecho que se produjo el primero de junio de este año.
La pandemia, que trastornó el comercio internacional, las cadenas de suministro, las conexiones y contactos físicos, aceleraron de manera explosiva el desarrollo (o más bien la socialización o implementación) de las tecnologías de la comunicación y la información, poniendo de relieve la importancia del mundo digital en el nuevo esquema global de operación de los negocios, afianzados en un sistema integral de satélites (con el desarrollo de tecnologías móviles de quinta y sexta generación), carreteras y vehículos, aeropuertos y aviones, vías ferroviarias y trenes, puertos y barcos; en fin, que por tierra el transporte clásico para la conexión de comunidades relativamente cercanas, cuenta ahora con el auxilio de geolocalizadores que monitorean en tiempo real la carga de los camiones en su lento desplazamiento por modernos viaductos; y, por tierra también, con rieles que conforman una maraña de redes que sirve de soporte para trenes de alta velocidad que, en el caso de China, tiene una extensión de 38,000 kilómetros que, combinados con las redes tradicionales o de velocidad media suman 146,000 kilómetros, constituyendo el segundo sistema ferroviario más extenso del planeta, y que sigue aumentando debido, precisamente, al proyecto de la Franja y la Ruta; así, los aviones, de carga limitada pero con entregas rápidas; y los barcos, de muy lenta movilidad, pero de capacidad de carga, sin comparación con otros medios de transporte para teles fines, son la base del muevo esquema de movilidad comercial, y constituyen el principal pilar del ascenso chino y una de las claves para expandir su área de influencia que, por la magnitud del proyecto, no parece limitarse a su cercanía geográfica