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COLABORACIÓN

Ingesta de metanol para principiantes

Qué es el metanol? El benjamín de los alcoholes al quesolemos llamar metanol o alcohol metílico, está siendo utilizado por criminales pa­ra transformar lo que debería ser momentos de diversión en tragedias familiares. Con fre­cuencia, el llamado «alcohol de madera» —porque sus pri­meras fuentes de obtención se basaron en la pirólisis de la madera, como también de su destilación— se nos presen­ta como un líquido incoloro de baja densidad, inflamable y tóxico. En la actualidad es empleado como disolvente de pinturas, adhesivos, esmaltes y resinas, así como anticonge­lante y combustible. Además, para desnaturalizar el alcohol etílico (haciéndolo no potable para las personas) y en la fa­bricación de formol.

Mecanismo de toxici­dad del metanol Aunque la prensa solo hace mención de la ingesta vía oral, el metanol puede ser absorbi­do por la piel, mucosas y pul­mones; y cuando este ingre­sa al organismo, al mezclarse con el agua de nuestro cuer­po, su distribución se acelera rápidamente.

Pero la rapidez de la distri­bución del metanol al llegar a nuestro cuerpo no es quizás lo más peligroso, lo peor de todo es que si en su coctel artesa­nal los adulteradores lo some­ten a presión de aire caliente, pueden producir la llamada oxidación catalítica, derivan­do el metanol en dos produc­tos mucho más tóxico, lla­mados formaldehído y ácido fórmico. Esta es quizá la hipó­tesis más realista acerca de lo que verdaderamente está su­cediendo con los innúmeros intoxicados que la prensa nos reporta, o sea que no es meta­nol puro, sino su derivado lo que nos está matando.

Como si fuera poco, este úl­timo engendro, que bien pu­diésemos llamarle artesanía o comercio del crimen, no solo ingresa al organismo huma­no ya convertido en produc­to, sino que es nuestro pro­pio cuerpo el que convierte el metanol, al realizar su proce­so metabólico en nuestro hí­gado, a través de las enzimas, en alcohol deshidrogenasa y en aldehído deshidrogenasa, los cuales oxidan sucesiva­mente el metanol, generando dos nuevas enzimas: el for­maldehído y el ácido fórmico, generando así la acidosis me­tabólica severa.

No todo el metanol que in­gresa al organismo es trans­formado en ácido fórmico. Se estima que 2-5 % es ex­cretado a través de los riño­nes y menos de un 12 % por los pulmones. Una dosis de 10 ml que sea consumido por una persona es suficiente pa­ra presentar síntomas ligeros, pero cuando es entre 20-150 ml, la dosis es letal. En ocasio­nes, el proceso de formación del ácido fórmico es más len­to y ocurre cuando el pacien­te ha tomado mucho alcohol etílico (presente en la bebida no adulterada), el cual satura las enzimas que oxidan el me­tanol.

La química de los diagnós­ticos médicos: antes y des­pués de la latencia.

Es en el transcurso de las primeras horas cuando el mé­dico nos dice que el paciente que ha ingerido metanol (de 2 a 24 horas) empieza a pre­sentar gastritis, náuseas, ce­falea precoz pulsante, vómi­to y embriaguez, entre otros síntomas muy similares a una intoxicación por bebida alco­hólica no adulterada. En estas primeras horas aún no se pre­senta la acidosis metabólica, pues el proceso de oxidación del metanol en ácido fórmico es muy lento; a este período le llamamos latencia.

Pasado el período de laten­cia, ya estamos ante una aci­dosis metabólica severa, de­bido a la formación de los ácidos fórmico y láctico que se han generado por el dete­rioro del hígado. También se presentan convulsiones, do­lor abdominal, desórdenes vi­suales, coma y hasta la muer­te. La ceguera que presentan algunos de los pacientes se debe a presencia del ion for­miato, el cual se forma des­pués del ácido fórmico y afec­ta el nervio óptico.

¿Qué hacer ante una intoxicación por bebi­da adulterada con me­tanol? Debido a que la gran toxi­cidad del metanol es causada por el ácido fórmico, evitar su formación debe ser el princi­pal objetivo nuestro a la hora de socorrer un paciente. Aun­que nos resulte paradójico, el alcohol etílico es usado ante una intoxicación con meta­nol, porque este puede lograr saturar las enzimas responsa­bles de la oxidación, evitando que se forme el ácido fórmico y el metanol es excretado por la orina; pero debemos de­jar que sea el personal médi­co quien decida la forma en que se aplica este antídoto. Otro compuesto es el ácido fólico, que aunque no frena la formación del ácido fórmi­co, acelera su oxidación hasta convertirlo en dióxido de car­bono y agua. En síntesis, to­dos estos tratamientos se en­focan en evitar que se forme el ácido fórmico y así poder salvar la vida del paciente.

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