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POLÍTICA Y CULTURA

Galíndez golpeó al tirano donde más le dolió

Galíndez estu­vo conscien­te que el citar a Ramfis Truji­llo, hijo mima­do y querido, en esa supues­ta condición de ilegitimidad, podría suscitar una vengan­za contra su vida. No estu­vo descaminado. Pero su­cede que 4 años después, Galíndez escribió su tesis en la Universidad de Columbia en Nueva York, “La Era de Trujillo” y antes de ser publi­cada, sacó varias copias de la misma y las distribuyó, un enfoque de los primeros 25 años de la dictadura escrito con rigor e investigación, sal­vo el párrafo alusivo a su hijo mayor.

¿Desapareció la apre­hensión de Galíndez mani­festada en la carta a la Po­licía de Nueva York del 4 de octubre de 1952, donde dejó entrever la posibilidad de que le sucediera “algo”, y de que, en ese caso, la Po­licía contactara a Vela Za­netti, dejando vislumbrar que su amigo era deposi­tario de informaciones va­liosas al respecto? ¿Por qué Galíndez no envió la carta del 4 de octubre de 1952 a su destinatario?

Cuando la Policía citó a Ve­la Zanetti para interrogarlo por mandato de Galíndez, le dio curso a una misiva que tenía 4 años de retraso, pero esa carta, Galíndez nunca la envió a la Policía, la dejó en su apartamento el 4 de octu­bre de 1952.

El motivo de Galíndez ci­tar a Vela Zanetti en la carta estuvo creado por su men­ción al hijo de Trujillo, no a la reacción de Trujillo a los diversos aspectos cuestiona­dos.

Galíndez admitía, al guar­dar el contenido de su carta por cuatro años y no enviar­la a la Policía de Nueva York, que no había podido lograr herir lo suficiente a Trujillo, quien había aparentemente ignorado su alusión aleve al parentesco familiar más que­rido.

Galíndez decide insertar el mismo contenido de alusión al hijo “ilegítimo” que había tocado en la revista Bohemia en 1952, ahora con mayor portal académico, recomen­dada por la prestigiosa aca­demia neoyorquina.

¿En qué momento Galín­dez testamentó su destino frente a Vela Zanetti, quien no era exilado de Trujillo ni lo enfrentaba como tal? ¿Por qué Galíndez citaba a Vela Zanetti, que aunque podía compartir su aversión hacia Trujillo, de la misma manera que tenía su antipatía a Fran­co, no estaba participando en ninguna actividad de re­chazo a Trujillo?

La respuesta me la acaba de dar un viejo y apreciado amigo, Tony Caro, a quien su padre el arquitecto José An­tonio Caro, amigo y admira­dor del artista Vela Zanetti le dijo, que éste le contó, que exilados españoles residen­tes en Nueva York se habían reunido con él, al conocer el rumor de la publicación de la tesis, para pedirle que in­tercediera ante Galíndez, debido a sus lazos de amis­tad, para que no publicara la alusión al hijo de Trujillo, ya que las gestiones que se ha­bían realizado era para su­primir el párrafo de la ilegiti­midad de Ramfis.

Si el tirano reaccionaba desapareciendo a Galíndez, entonces Vela debía revelar a la Policía el motivo real de su secuestro.

Hubo en Galíndez una adrede postura de golpear a Trujillo donde más le dolie­ra, y así pagó con su vida su contribución a la libertad del pueblo dominicano.

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