AGENDA SOCIAL
Cuando acabe el Estado de Emergencia
Tarde o temprano acabará el Estado de Excepción. La emergencia que motiva su aplicación cesará en algún momento y la ciudadanía tendrá el deseo de retornar a la normalidad total.
Mientras más avanza el proceso de vacunación y las personas van adquiriendo la inmunidad ante el coronavirus, ya sea por la vacuna o por que hayan adquirido la enfermedad, nos vamos acercando al momento en el cual miraremos la pandemia por el retrovisor.
Sin embargo, el fin de las restricciones no significa la desaparición de la pandemia, como quizás piensan algunos.
Lo que hemos observado en otros países que han puesto fin a sus estados de excepción, nos aporta lecciones sobre los pasos a tomar.
El Gobierno dominicano debe iniciar los trabajos de elaboración del protocolo a seguir una vez se puedan levantar las restricciones, haciendo conciencia en la población de que, aplicando la Ley de Salud, se deben mantener limitaciones, sobre todo en lo relativo a la aglomeración de personas.
Tenemos que aprender de la experiencia de los demás. España ha puesto fin al Estado de Alarma y con ello ha levantado el toque de queda, las restricciones y el confinamiento perimetral.
A pesar de ello, se han mantenido restricciones en los sectores turísticos y de entretenimiento, la suspensión de fiestas públicas, límites al número de personas en lugares cerrados, controles en puertos y aeropuertos y limitaciones al número de personas en lugares de culto y en celebraciones.
Las medidas responden a la certeza de que aún hay que mantenerse alerta ante la posibilidad de que el panorama se vuelva a complicar o de que nuevas cepas del coronavirus sean aún más peligrosas que la anterior.
Todo el país espera con ansias el momento de retornar a la normalidad, pero hay riesgos que no se pueden ignorar. El momento preciso debe definirse en base a un análisis epidemiológico profundo.
No se trata solo de observar el número de casos diarios, la letalidad y la ocupación hospitalaria.
Cuando acabe el Estado de Excepción debemos reforzar los sistemas de vigilancia epidemiológica y retomar la agenda de fortalecimiento de la salud pública, para estar mejor preparados para el futuro.
Se requiere sopesar el porcentaje de inmunizados, el número de vacunas comprometidas para el país y la fecha estimada en la que serán recibidas en suelo dominicano; pero lo más importante es que, aún luego de levantado el Estado de Excepción, se mantengan reglas de distanciamiento en lugares públicos y se cree conciencia a la población sobre la importancia de continuar utilizando la mascarilla y aplicar medidas de higiene.
Aún tenemos que luchar para ganarle la batalla a la pandemia. El país ha asumido muchos sacrificios, pero no se puede bajar la guardia.
El ejercicio del Estado de Excepción ha demostrado la madurez de la institucionalidad y el régimen político de nuestro país, a pesar de que durante la campaña electoral fue objeto de debates innecesarios que pusieron en juego el éxito de las estrategias de combate al coronavirus.
Tendremos tiempo de analizar sus efectos y oportunidades de mejora, pero ahora se requiere evaluar correctamente los pasos a seguir, para obtener la victoria total ante esta pandemia.