SONDEO
Luis puso freno y fecha
En el PRM, ni por asomo, debió madrugarse a tocar la tecla desafinada, desestabilizadora y por demás controversial de la reelección presidencial, en momentos de crisis económica en el pais, de una pandemia que no se le ve fin y apenas a ocho meses de la gestión de gobierno de Luis Abinader. Los aprestos temprano y un par de pronunciamientos en esa dirección - de un ministro y de una senadora del partido oficial-, ponen de manifiesto que el antirreeleccionismo expresado por el PRM mientras estaba en la oposición y que incluso pusiera en sus estatutos, no era más que una pose para consumo de los incautos, porque una vez la división del PLD y otras circunstancias le llevan a un poder que no veían tan cercano, se olvidan de una promesa capital de la organización, y hasta de que la razón de incluirla en la normativa interna era la de honrar a su líder histórico , el doctor José Francisco Peña Gómez. Cierto que Peña no está, que los tiempos han cambiado y que ni era necesario hablar de la eventualidad de una repostulación de Abinader por todos estos tiempos, porque la Constitución, que está por encima de unos estatutos partidarios, no se lo prohíbe. Pero había que guardar las formas, además de guardar respeto a la memoria histórica de Peña, porque es muy temprano todavía para cantar victoria y para medir el desempeño del gobierno por anticipado. Frente a lo que encontró, a lo que los otros no dejaron y hasta con lo que se ha tropezado en el camino al llegar al poder, Luis va bien, mejor de lo que muchos esperaban por la poca experiencia de Estado, pero es aconsejable dar más tiempo y esperar que se gradúe como gobernante. El mismo presidente, que frente a la pose del PRM y alguna de su gente ha puesto las cosas en claro:” Eso en su momento se discutirá … (¿) Pero es una irresponsabilidad, estar hablando de reelección, con apenas ocho meses que llegamos al Gobierno, con una crisis y una pandemia”. Ha hecho bien, muy bien, el presidente en poner freno y desautorizar a funcionarios, adulones o bufones a hablar de un tema espinoso que pudiera distraer al gobierno de la gran responsabilidad que tiene encima, con la economía, la salud de población y la educación. Por eso ha puesto plazo: por lo menos por dos años el tema no debe ponerse en agenda. ¡Ojalá le hagan caso y él haga respetar la línea bajada! Porque no es raro oír decir a adulones que el gobernante (el de turno) no se pertenece y que “no puede negarse”. La práctica, recurrente, enseña que los que hablan de reelección desde el Gobierno lo que buscan es reelegirse ellos (¿). Luis ha aprendido mucho y seguro está claro en eso.