FIGURAS DE ESTE MUNDO
Invictus
En su poema “Invictus”, Henley escribe estos versos: “Doy gracias a los dioses si existen/ por mi alma invicta.../ Yo soy el amo de mi destino:/ Soy el capitán de mi alma”. Pero esta enérgica convicción de su vida interior se opone a lo revelado por el sabio Salomón en “Eclesiastés”. “Alégrate, joven, en tu juventud -dice-, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios”.
Entonces no somos los amos de nuestro propio destino o los capitanes de nuestra alma. Dios es el Señor del universo, incluidos los seres humanos, y juzgará a las personas con justicia. Mas es un juez compasivo y paciente. “El Señor... es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).