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FUNDACIÓN SALESIANA DON BOSCO

La paciencia todo lo alcanza

¿Qué estás pensan­do? Esta es la pre­gunta con la cual Facebook invita a sus usuarios a compartir, con los amigos o con el público, los dispa­rates más grandes o las re­flexiones más útiles.

Entretenerse leyen­do los mensajes en las redes sociales es una aventura emocionan­te. Ahí se escribe de to­do, frecuentemente con el adorno de fotos, al­gunas virtuosas y otras que rayan en la ridicu­lez sin desperdicio.

De las faltas ortográ­ficas no hablemos. Pero peor que los errores orto­gráficos es la falta de de­licadeza de quienes pien­san que las redes sociales son la cloaca donde se pueden tirar las más apestosas porquerías.

Ya decía René Descar­tes: “Pienso, luego exis­to”. Así, abrir el celular o la computadora perso­nal y zambullirse en el mundo global de la co­municación digital nos da la posibilidad de pen­sar y, por tanto, de saber que existimos, aunque no estemos claros de pa­ra qué.

Es una oportunidad de toma de conciencia en­contrarse con la desa­fiante pregunta: “¿Qué estás pensando?” Es co­mo pararme ante el espe­jo, verme en mi interior y darme cuenta de que existo, para sacar desde dentro lo bueno o lo ma­lo que estoy cultivando dentro de mí.

Bueno, ¡Es que no me tienes paciencia! No te me desesperes, que ya voy al grano. Acuérdate de que: “Con paciencia y calma se sube un burro en una palma.” Tengo la debilidad de que, cuan­do escribo, si me descui­do me hago abstracto y teórico; eso no me gusta, porque tal vez alguien que ha comenzado a leer con interés o por curiosi­dad, empieza a bostezar o pierde la paciencia y no lee hasta el final este breve artículo.

Si leíste hasta aquí, de­muestras que tienes pa­ciencia.

Es precisamente en la paciencia en que estoy pensando. Y este tema no lo escogí yo. Pensan­do y pensando, le pre­gunté a un joven sobre cuál tema debía escribir este breve artículo y me dijo que escribiera sobre la paciencia. Añadió ade­más que para tratar con la gente se necesita mu­cha paciencia.

Recordé entonces la frase de Santa Teresa: “La paciencia todo lo al­canza”. Para Don Bosco, que repetía con frecuen­cia esta expresión de la santa de Ávila, la pacien­cia es clave sobre todo en el campo de la educación de la juventud.

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