PENSANDO
Crecer
No hay mayor satisfacción que poder transitar por la vida ocupando el lugar que nos corresponde libre de adulonerías y oportunismos, con la significativa inversión del trabajo consistente y responsable, sin atropellar ni obstaculizar a los que sueñan con nuestros sueños.
Esta convicción del progreso no negocia el honor ni la dignidad para derrotar el latrocinio y la ilegalidad.
No es honorable pisotear al sujeto que teme, no es virtuoso insultar lo inferior; es preferible instruir al insolente mediocre y reconocer al humilde para conquistar la victoria.
Respetemos las diferencias conceptuales, valorando así a las personas por su honestidad y formación moral.
Nada es más fácil que vengar una ofensa, pero nada es tan honorable como perdonarla; logrando así la satisfacción de transitar por el camino de la justeza.
Destapar el velo de lo que ha sido la práctica política en nuestro país es lo que en otrora la frase Napoleónica que escribiera Maquiavelo, “el fin justifica los medios”, se aplique al deterioro de los valores éticos y morales que hoy nos golpean, en detrimento de la conquista de lograr desarrollarnos y crecer en un sistema de derecho.