Juntos por la diplomacia de humanidad

Este martes 23 de febrero, llegaron a Santo Domingo un lote de vacunas chinas del Laboratorio Sinovac. Adicionalmente, el Gobierno chino donará otras 50,000 dosis del Laboratorio Sinopharm.

De hecho, China tiene una población de 1.400 millones de habitantes y su demanda propia de vacunación es enorme, y encima afronta rebrotes y una capacidad de producción limitada. No obstante, la parte china cumple la promesa haciendo todo lo imposible por promover una distribución justa y equitativa de las vacunas, para que sean verdaderas “vacunas del pueblo”.

En los últimos días, hemos recibido muchos mensajes de gratitud y aplausos de los amigos dominicanos a China y a las relaciones chino-dominicanas, con los que me siento enormemente animado y emocionado. En esta carrera de lucha conjunta por salvar vidas, compartimos aliento y destino.

En mayo del año pasado, el presidente chino Xi Jinping anunció en la 73ª Asamblea Mundial de la Salud que las vacunas chinas contra el Covid-19, una vez desarrolladas y puestas en uso, serán disponibles como un bien público global. Esta será una contribución china para la accesibilidad y la asequibilidad a estas vacunas a favor de los países en vía de desarrollo.

Gracias a los persistentes esfuerzos, China cuenta con 16 vacunas con cinco variedades de metodología tecnológica que desplegaron su fase de ensayo clínico con la autorización de emergencia. Entre estas vacunas, dos de Sinovac y Sinopharm tienen autorización de uso condicional en el mercado. Siempre se ha dado prioridad a la seguridad y la efectividad del producto en estos procesos.

Con diferentes metodologías científicas se varían los costos de las vacunas. Pero una cosa es clara: China persiste en la naturaleza de las vacunas como un bien público global, suministrándolas al mundo a precio justo y razonable.

Convencida de que la más poderosa arma para vencer la pandemia es la solidaridad, China ha colaborado con una decena de países en la investigación y el desarrollo de vacunas, ha decidido proporcionar 10 millones de dosis al programa COVAX ha donado vacunas a 53 países en vía de desarrollo que han presentado la solicitud, y está emprendiendo exportaciones de vacunas a cerca de 30 países.

No es nada aconsejable etiquetar a la cooperación internacional de la vacuna contra la Covid-19 como “diplomacia de las vacunas”. Politizar los asuntos relacionados con la vacuna es una falta de respeto a la vida. Cabe decir que China, República Dominicana y países concernientes estamos unidos en la “diplomacia de humanidad”, “diplomacia pro vida” y “diplomacia pro pueblo”.

Jamás buscamos mediante las vacunas metas geopolíticas, ni beneficios económicos, ni mucho menos imposición de condiciones políticas.

Ninguna vacuna ofrece una garantía de efectividad del 100%. Las vacunas solamente forman parte importante de las medidas integrales de prevención y control. Por ende, la protección diaria no ha de relajarse.

Estamos convencidos de que con esfuerzos mancomunados de toda la humanidad, se dispersará la bruma de la pandemia y llegará la luz al final del túnel.