Donald y Simón con la ropa puesta

Lrocuradur í a de la República baraja una serie de expedientes sobre corrupción con continuos e intensos interrogatorios, un ir y venir, que hacen pensar en que pronto habrá una apertura de celdas.

La indagatoria ha crecido de prestancia, de personajes de segundo nivel, importantes por su vinculo familiar con Danilo Medina, a refulgentes personalidades con nivel de secretario de Estado, como el ex ministro de Hacienda o el ex administrador del Banco de Reservas.

Mis contactos, expertos en montaje de espectáculos y farandulerías, alegan que el tiempo político está potable para que se dicte orden de prisión contra uno que otro sospechoso de corrupción para centrar el debate popular y de las redes en estas acusaciones.

En efecto, fracasada la intención de crear opinión publica con una pronta vacunación y en vista de que no se tienen ni siquiera el orden de ejecución de tal programa ni la fecha fija de ingreso de las vacunas contra el Covid-19 lo importante es la implementación de un guion de auxilio que desvíe ojos y teclas.

A falta de pan, porque podría aumentar de precio como muchos artículos de la dieta cotidiana, lo que debe avanzar es el circo. Hay que callar a los miembros de las bases y de pasada a Ramón Alburquerque con las peripecias de payasos, que son actividades que agradan a la muchedumbre.

Es posible que Donald Guerrero, ex de Hacienda y Simón Lizardo, ex del Banco de Reservas, estén durmiendo con la ropa puesta, deben escuchar pasos en la azotea y temer que cualquier madrugada de esta semana haya un allanamiento con sustracción de cuerpo o que en uno de los interrogatorios los dejen encarcelados. Todo es posible.

El gobierno sin solución a las vacunas, subida de precios de los artículos de consumo, incremento de la deuda pública, presión de los busca empleos, disidencia interna y pugna entre dirigentes, contradicciones sobre la apertura de las clases y sin dar solución a los casos de corrupción tiene que iniciar una maniobra de distracción.

Todo está dispuesto para que el circo habrá de sus puertas poco a poco. Estoy en primera fila.