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CONTANDO LOS HECHOS

2021 un reto enorme

Ya dejamos atrás el 2020 que, sin espe­rarlo ninguno de nosotros nos, trajo el virus Covid-19 que tanto daño ha hecho a la humanidad. El daño se ha expresado en vidas per­didas y efectos secundarios dañinos cuyos resultados finales aun los descono­cen la mayoría de los que los padecen. Los médicos han ido aprendiendo poco a poco a encontrar solucio­nes terapéuticas que han lo­grado salvar muchas vidas. Sin embargo, nunca habrá cómo resarcir las que ya se han perdido.

Nos llega este nuevo año con la expectativa y la esperanza de poder mane­jar algo mejor este virus, y ya se comienzan a apli­car las vacunas en varios países. En Dominicana se espera que ese proceso se inicie en unas cuantas se­manas y eso hará que se acrecienten nuestras es­peranzas de sobrepasar esta crítica situación, tal vez en el otoño o el invier­no. El mayor peligro que afrontamos este año lo re­presenta la incertidumbre. ¿Cambió ya la cepa origi­nal, hay nuevas variantes detectadas en Inglaterra, Suráfrica y Brasil? Aun­que las compañías pro­ductoras de las vacunas, en su mayoría, han indica­do que estas cubrirían las nuevas variantes, eso es­tá por comprobarse. Por ende, en la mayoría de los detalles relacionados con el Covid-19 reina la incer­tidumbre. De ahí lo difícil de lograr aplicar medidas certeras.

Si bien el tema sanita­rio, que implica la salud, es el más crucial, no po­demos restar importancia a lo que tiene que ver con la economía. Hay quie­nes señalan que los que no mueran por el virus podrían morir de hambre o por el exceso de estrés y preocupaciones que les puedan causar compromi­sos financieros y deudas diversas que dentro de la situación actual se hace muy difícil cumplir.

Aunque ahora tenemos un nuevo Presidente con un estilo que parece diseña­do para estos nuevos tiem­pos, el reto para los empre­sarios pequeños y medianos es enorme, no solo por las deudas y compromisos fi­nancieros, sino porque el Estado les conmina a pagar unos impuestos por ade­lantado de beneficios que ellos lamentablemente, en su mayoría, no han produ­cido ni van a producir. En­tiendo que el presidente Luis Abinader está buscan­do solución a estos impor­tantes entuertos, junto a su equipo económico. Aunque nuestro nivel de endeuda­miento ya es bastante alto, es posible que esa sea la úni­ca vía que siga permitiendo el respiro que Dominicana necesita. Suerte…

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