VIVENCIAS
Diplomacia con humildad
Cuando se ejerce la diplomacia con sentido de humildad y entrega adquiere un significado inédito en orden a promover valores humanos y personales que comprende todo aquello que es bueno para nosotros y que nos mejora, además de aquellas experiencias que hemos asimilado en nuestra vida que motivan las decisiones cotidianas.
En lo anteriormente afirmado se conjuga la cortesía que se ha definido como la benevolencia en las cosas pequeñas, y que no es más que el papel que juega el estado del corazón en la personalidad, y que por supuesto guarda relación con la educación recibida desde la infancia.
Esto que escribo se aplica a la señora Robin Stein Bernstein que concluye su misión como embajadora de EE.UU. en la Republica Dominicana, de cuya impronta deben sentirse orgullosos su esposo Richard y sus hijos Arthur, Ariel, Alexendra y Julia, como mujer emprendedora, filántropa y madre ejemplar, adquirida de sus padres Karolyn y Archie (fallecido).
El paso de la embajadora Bernstein en nuestro país puede resumirse tal como viene a mi memoria La vida Nueva de Dante Alighieri (capítulos XII y XXVI): “Coronada y vestida de humildad pasaba ella, sin mostrar vanagloria de lo que veía y oía. Y cuando había pasado, decían muchos: no es una mujer, sino un hermosísimo ángel del cielo. Llevaba consigo una humildad tan sincera que parecía ir diciendo: yo estoy en paz”. Shalom aleijem.