Poder y ministerio

El poder, que muchas veces la gente se lo apropia, abusa de él, hace de él un dios, lo ado­ra y el poder no solamente es poder político es el poder en todos los sentidos. El que tiene una inte­ligencia grande tiene el poder de su inteli­gencia.

El ministerio público, los jueces, tienen un poder, pero hay que aceptar que el poder es para servir. Es lo que quiero acentuar y por eso es poder y ministerio. A los que están en el Es­tado se les llama servidores públicos, lo hemos tratado otras veces, pero hay que repetirlo 100 veces: servir es “ministerio” porque son servi­dores públicos.

Tienes un poder, pero tienes un poder para servir. ¡Cuántas veces se olvida esto y se convierte en dios! ¡Cuántas veces hay que repetirlo! Por eso al ministerio públi­co de la justicia se le llama Ministerio Pú­blico, es un servicio, es un ministerio pú­blico y debe aparecer así, debe presentarse así. por eso la importancia de que pueda ser siempre un ministerio que se ejerza con inmensa independencia para que sea el po­der, el juez, un ministerio público.