2020, el año que casi no fue
Como sucede cada año, la gente esperó en todo el mundo con gran esperanza y entusiasmo que en este año continuaran los esfuerzos para lograr la armonía y paz donde hubiera guerra y el desarrollo y progreso redentor donde imperara la pobreza. Nadie se imaginaba, tal vez a excepción de autoridades y científicos chinos que el Covid-19 no solo apareciera, sino, que se movilizara rápidamente entre los meses de febrero y marzo a través de todo el mundo, casi paralizando las más diversas actividades que desarrolla el ser humano.
En el ámbito local comenzaron a cerrar las grandes empresas y los centros comerciales a excepción de los supermercados, tiendas de abastos y farmacias. Se cerraron las escuelas. Cientos de miles de trabajadores perdieron sus empleos. El gobierno tuvo que desarrollar programas de asistencia social para que la gente pudiera subsistir. Parecía que estábamos aprendiendo a manejar el virus reduciendo el número de los fallecidos diariamente. Nos acostumbramos. Cogimos confianza.
La pandemia del Covid-19 ha causado más estragos en USA, que en todos los países del mundo. Donald Trump, que parecía tener su reelección asegurada, acaba de perder por su pésimo manejo de esta tragedia. Sorpresivamente en la Casa Blanca, en la oficina Oval, se plantea algo inaudito, que se reviertan los resultados de la elección de nov. 3 y se recurra a la imposición de la ley marcial de ser necesario.
Con la llegada de las vacunas, sube la esperanza, pero esto coincide con la llegada de las fiestas de navidad y fin de año y el pronóstico inmediato se torna desalentador.
Para colmo, ahora se anuncia desde el Reino Unido, que una variante del Covid-19 mucho más agresiva que la cepa anterior les acaba de llegar desde Sudáfrica. Se especulan los resultados inmediatos, pero no lucen tranquilizadores.
En el ínterin hemos estrenado el nuevo gobierno del presidente Luis Abinader, que cumple de inmediato con lo que tal vez fue su principal promesa de campaña: La liberación del Poder Judicial para enfrentar la corrupción contra los fondos públicos y la impunidad de los funcionarios.
El 2020 con su Covid-19 nos ha traído tantas dificultades que es como para borrarlo y olvidarlo. Eso será imposible. ¿Hasta qué punto habrá cambiado nuestras vidas, y cuales aspectos probaran haber sido positivos? En el 2021 comenzaremos a saber. Ya veremos.