Trascendente

La inauguración en el día de ayer del programa de asistencia navideña mediante tarjetas electrónicas de débito para los sectores vulnerables en el país, constituye un importante paso en cuanto a transparencia y dignidad humana.

El mecanismo, diseñado y coordinado bajo instrucciones del presidente Luis Abinader por el ministro de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia (Propeep), José -Neney- Cabrera, sustituye la vieja práctica de entregar cajas y fundas en medio del caos y las más inhumanas condiciones, donde la corrupción hacía de las suyas favoreciendo a unos pocos en desmedro de muchos.

Para nadie es un secreto que aparte de los denigrantes empujones y maltratos a los que eran sometidos los ciudadanos en aquellas filas de entrega, los artículos otrora entregados no llegaban a los 600 pesos, ni tampoco había un mecanismo de auditoría que determinara cuantas cajas se confeccionaban o a quienes realmente se entregaban. Todo esto aparte de que no pasaban de 30 los suplidores históricamente favorecidos. Sin embargo, en este nuevo esquema, revestido de las seguridades de la tecnología bancaria, cada tarjeta tendrá un monto de mil 500 pesos y se activará únicamente con la cédula del beneficiario, permitiendo que sea solamente éste quien la pueda usar decidiendo qué y donde comprar lo que desee, lo que de paso evitará las aglomeraciones en tiempo de la pandemia.