EN LA DIANA
Estrategia de reactivación económica
Primer Tiro El resultado de las actividades económicas del mes de octubre recién transcurrido, medido a través del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), reconfirma el planteamiento de que la combinación de la expansión fiscal y monetaria ha logrado revertir la tendencia tipo caída libre que exhibió la economía en el mes de abril, y aunque la contracción es siete veces menor al derrumbe del citado mes, todo indica que la caída del PIB del año seria de al menos un 6.5%. Pero mantener el proceso de reactivación hasta lograr en el 2021 un crecimiento cercano al potencial será una tarea casi imposible en el escenario en que todo sigue igual, pues la aceleración fiscal se detendrá súbitamente, y el acelerador de la flexibilización crediticia pierde impulso de manera rápida, tal y como lo demuestra la reducción de la caída de la tasa de crecimiento interanual del crédito al sector privado en moneda nacional ( de 14.5% en el mes de junio, a 8.2% en noviembre), y la aprobación de un presupuesto que contempla una reducción del gasto público total de 4.5% del PIB y de un 22.5% en el gasto primario.
Segundo Tiro Los efectos del retiro brusco de la expansión fiscal y la pérdida de impulso de la flexibilización crediticia tienen que ser mitigados con una nueva combinación de estímulos que tome en cuenta que el año cerrará con una deuda publica consolidada equivalente a un 71% del PIB, un amento brutal, muy por encima del promedio del crecimiento de la deuda contraída por otros países durante el cursante año pandémico. Los intereses de esa deuda pública representan el 27.5% de los ingresos fiscales, carga totalmente insostenible, y sin un Acuerdo con el FMI, una degradación de la calificación crediticia es inminente, a menos que la ausencia del citado Acuerdo sea sustituida por un Programa Macroeconómico de mediano plazo (tres años), orientado a recuperar la sostenibilidad y el espacio fiscal, y mitigando de manera óptima los riesgos del presupuesto del próximo año y de todo el panorama macroeconómico, pues un Verdadero Cambio en la Arquitectura de la política económica es imprescindible a partir del próximo año.
Tercer Tiro Existen al menos cinco grandes componentes de la Estrategia de Reactivación cuya ejecución debería iniciarse a principios del próximo año. El primero es la revisión, actualización y reformulación del Plan Nacional Plurianual del Sector Publico, PNPSP, el cual debe incorporar los efectos de la Mega Reforma Fiscal orientada a mantener un gasto público en la frontera del 18% del PIB y producir un superávit fiscal primario suficiente para recuperar espacio fiscal, con reducción perdidas empresas eléctricas y capitalización del Banco Central. El segundo es el mantenimiento de la posición actual de la Tasa de Política Monetaria durante todo el próximo año, con un Programa Monetario que amplíe el rango de la meta de la inflación, condición necesaria para mantener anclada las expectativas inflacionarias y devaluatorias. El tercero es el financiamiento por encima de la línea, con titularización de flujos y venta de activos, del gasto público no presupuestado y necesario para mantener parcialmente los subsidios sociales. Cuarto, acelerar la apertura del sector turismo, y quinto, fomentar, mediante un régimen transitorio creado mediante decreto, la inversión privada en Proyectos de Alianza Publico/Privada.