UN MOMENTO
Familia que comparte
Una familia, un hogar, donde no se comparte con los más necesitados, aún les falta madurar en humanidad y en fe. La familia que comparte es madura en humanidad y en fe.
Los padres han de educar a los hijos para compartir, decimos en humanidad, porque es educar para la solidaridad. Compartir es madurar en la fe. Toda familia cristiana ha de parecerse a las comunidades primitivas de fe, que comparten. No solamente Cáritas en la Iglesia, no solamente los individuos; las familias han de compartir y me gusta repetir que los hijos deben de ver a los padres y ayudarlos a ellos mismos a compartir. Una familia humana, aunque no sea cristiana, por solidaridad está llamada a compartir y si es cristiana, por doble razón, por humanidad y por fe. El compartir forma parte de lo que es la familia.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.