Marca país

Es verdad que somos la repú­blica de la hos­pitalidad. Es verdad que so­mos la república de las más hermosas playas del mun­do. Es verdad que somos la república de la alegría, de la sonrisa, del crecimien­to, de la minería, de la cul­tura, del talento para jugar béisbol y de la música, que a través de la bachata y el merengue, nos han posi­cionado y nos han ayudado a construir una identidad propia.

Todos son atributos que ayudan a impactar positi­vamente en la imagen de RD a través de hermosas piezas que forman parte de la propuesta de valor de lo que nuestro país ofrece a visitantes e inversionistas.

Lo que nos luce exagera­do es el slogan de la campa­ña que nos sitúa como “La República del Mundo”.

A ningún país del tercer mundo le cabe esta catego­rización. Esto así, porque es una promesa que alude a la excelencia en términos de ciudadanía, de respeto al medio ambiente, de civis­mo, de educación, de desa­rrollo industrial, etc., que nosotros no poseemos.

El slogan “República Do­minicana lo tiene todo”, me pareció siempre un acierto porque encierra un abanico de promesas y beneficios al mercado potencial del país. Y en términos de posiciona­miento este es un aspecto clave, el cual, unido al pre­cio competitivo de nuestro destino y los atractivos di­ferenciadores expresados a través de nuestra gente, son principios esenciales de to­do posicionamiento.

Me extrañó su cambio.

De todos modos, enho­rabuena el esfuerzo Marca País que se empieza a cons­truir y necesitábamos YA.