Los nuevos, los independientes

En la medida en que ningún sector proteste, la escogencia de los titulares y suplentes de la Junta Central Electoral fue un admirable ejercicio de democracia y de consenso de parte del Senado de la República.

La reacción del PLD o el resabio de Eddy Olivares no cambian lo principal, y lo principal fue un escrutinio abierto como nunca antes.

Participó todo el que quiso participar, y antes que discriminación, capricho de aspirantes que quisieron ponerse un sombrero que les quedaba grande.

El resultado es de un organismo independiente, pues lo integran independientes. Un independiente de las iglesias y los empresarios. Una independiente de la Plaza de la Bandera. Una independiente de la misma Junta. Un independiente de la sociedad civil. Un independiente con experiencia de un pleno anterior.

Las leyendas urbanas se ocuparán de poner cada independiente en su lugar, pero en lo que el medio se llena de fábulas, debe decirse que cada comisionado pujó uno de los nombrados.

No puede negarse que tenían líneas, ya que es más fácil creer que sí que creer que no. Aunque debe admitirse que los comisionados hicieron el trabajo y de cara al público.

Por el momento no hay inquietud que valga y los partidos buscarán el lado al presidente y a demás asociados, y empezarán solicitando lo que antes les fuera negado por los salientes.

Si actúan como populistas, y es una de las tantas tentaciones, y por igual riesgos, se ganarán el afecto inmediato, el aplauso rápido.

Habrá luna de miel y el inicio será un encanto.

Aun cuando conviene advertirse a tiempo y no acostumbrarse a lo agradable, pues los conflictos y las situaciones cruciales surgirán pronto.

Los partidos todos tienen resaca y deberán seguir borrachos, pues habrá fiesta, pero igual desplantes, y las quejas irán a la JCE y después al TSE. El problema no estará en desmontar lo heredado, parte de la crónica anunciada, sino montar lo nuevo. Cuando se acerquen las elecciones, sean primarias, municipales o nacionales, la independencia no solo se caerá, sino que se romperá en pedazos.