ORLANDO DICE ...
¿Cohete chino?
El presidente soltó el torpedo de rebajar la asignación de los partidos, tomando por sorpresa al conjunto que todavía no sabe cómo reaccionar.
Ninguna puesta de acuerdo, nada de consenso o respuesta incorporada.
Aunque de cierto lo del mandatario fue más bien un cohete chino que hace mucho ruido y solo asusta a los cercanos. Ningún efecto, tampoco lesión.
Dijo que mandaría un proyecto, pues no es una medida que pueda tomar administrativamente, y solo una ley deroga o altera otra ley.
No puede decirse que la iniciativa se quedara en el tintero, pero hasta ahora no se conoce la pieza ni esta llega a las cámaras.
Observando el debate, que no es intenso pero se generaliza, el Ejecutivo podría estar perdiendo tiempo, cuando debió actuar inmediatamente.
Decirlo una noche y enviarlo al día siguiente. No un palo acechado, pero si tomar desprevenido a un liderazgo político acostumbrado a las ventajas.
No hay dudas de que habrá negociación, y difícilmente sea finalmente la mitad. Tal vez un tercio o un cuarto, pero no 50 %.
Aun cuando el ambiente de pueblo es eliminar un fondo que no cumple su real función y uno de los tantos dispendios de los dineros públicos.
Hasta ahora la mayor resistencia es del PLD y la Fuerza del Pueblo, y en ambos casos se explica políticamente. El partido morado no lleva contabilidad de lo mucho ¿qué sería entonces de lo poco?
Además, si se va a transformar, a refundar, necesitará recursos, y aunque se le considera desde fuera un partido de ricos, ninguno de sus dirigentes va a aportar un centavo de sus bolsillos.
La FP por igual. Pequeño de tamaño y escaso de recursos, el auxilio vía Presupuesto le vendría como anillo al dedo.
La suerte que no se echa, no se gana.
El gobernante que anunció la medida debe pasar del dicho al hecho y enviar al Congreso Nacional el proyecto, y que las mayorías decidan.
Las cámaras no pueden ser brazo ejecutor del gobierno, pero por lo menos debieran tener sintonía con la situación.
La calamidad demanda.