Con la túnica puesta
¡Cómo cambia el tiempo, cómo la circunstancia obliga! Hubo una época en que era difícil que el Comité Político del PLD se reuniera, aun cuando eran muchos los asuntos por tratar y demasiadas las cuestiones por dilucidar. Ahora, sin embargo, padece de reunionitis aguda, y no pasa semana sin que haya una y a veces hasta dos convocatorias. Y algo más interesante: todas las citas concurridas.
Se pensó en principio que los días domingos iban a ser un fracaso, pues la nueva burguesía protestaría o no asistiría. Primero la casa en el campo o en la playa, ya que de nada sirve riqueza que no se goza.
Mucho más si la Cámara de Cuentas o la Contraloría andan buscando lo que los confiados creen que no se les ha perdido.
La experiencia es que no, que los altos cargos del partido, y hasta hace poco del gobierno, están renovando su cariño a la organización que les dio vida política, ahora económica, y como todo incluido, persecución.
No hay mejor mampara que el partido para guarecerse de las tormentas que se avecinan, aunque por ahora solo se ve el nublado y el COE de la Procuraduría preparándose.
La explicación, que no necesariamente la razón, es el Congreso, alrededor del cual se crean muchas expectativas, aunque siguiendo el rastro se tienen claros el camino y el predominio.
Danilo Medina asume de hecho, y más que renovación, se observa rescate del pasado, una vuelta a los viejos procedimientos. Al comité de base. Los miembros del CP llegaron en guagua, todos juntos, al encuentro del Comité Central en el Pabellón de Volibol, y no partiendo de hotel cercano, como era costumbre, sino desde la Casa Nacional. Solo que esta vez vistiendo un mismo uniforme y sin el enemigo malo, al que consideran dominado como Miguel el Arcángel al demonio. Aunque parece que falta más candela. Familia que reza unida permanece unida, y la dirección del PLD, siguiendo otras enseñanzas, está “…con la túnica puesta y las lámparas encendidas…”. El que no aprende sentado, aprende caminando.