IDEANDO
Servicio al cliente
Si la atención al cliente era pobre en nuestro país antes de la pandemia, ahora, con la modalidad de trabajo a distancia y la reducción de personal en las plataformas de servicios, se ha empobrecido aún más.
Y esa realidad se expresa mayormente con la respuesta que los clientes buscan a través de las llamadas telefónicas y la dificultad de poder obtenerlas.
Hay una desatención inaudita que en vez de crear fidelización, produce una experiencia ingrata e inolvidable que afecta poderosamente la imagen y la reputación institucional.
Conseguir informaciones a través del teléfono en algunas empresas e instituciones es una tragedia griega. Pero también lo es la ineptitud, la indiferencia y el desgano con que se es atendido. Igualmente la falta de seguimiento en torno a las inconductas del personal a los clientes.
A la hora de servir, muchos no pasan la prueba y eso se debe al hecho de que nadie atenciona estas áreas que son determinantes en términos de fidelización con los clientes.
El servicio al cliente no está en el organigrama de las empresas e instituciones para rellenar. Es una herramienta de marketing que sirve de apoyo a los clientes y una forma efectiva de relacionarse con ellos.
Mientras más cercano es el trato, mientras más afectuosa y profesional es la recepción, más grata es la experiencia y eso genera fiel relación difícil de deshacer.
Las necesidades de los clientes, aun cuando estas sean reclamadas con necedad, deben ser satisfechas a tiempo, rápido y gustosamente.