DOSSIER DIPLOMÁTICO
Ámbito multilateral en la diplomacia
En la actualidad el multilateralismo amplía los horizontes de la acción diplomática, dando lugar a nuevos estilos y modalidades de negociación que requieren “elevados niveles de especialización y de conocimiento técnico”, que deben ser parte esencial en los programas que imparten los centros académicos de las respectivas Cancillerías (De Icaza).
Es evidente que se necesita un esfuerzo concertado y una capacidad colectiva, posibles solamente mediante la cooperación internacional, para el tratamiento de los graves problemas contemporáneos. Lo cual se facilita efectivamente con el desarrollo de la diplomacia multilateral, que tiene lugar básicamente a través de las Conferencias y Organismos Internacionales.
En ese contexto, las Organizaciones Internacionales son “asociaciones” constituidas mediante tratados multilaterales, dotadas de una personalidad jurídica “distinta de la propia de los Estados Miembros”.
Los Organismos Internacionales, constata R. Ago, son “entes jurídicos” que participan por derecho propio en la vida internacional, “conciertan tratados” y pueden designar representantes (en calidad de funcionarios internacionales) dotados de privilegios e inmunidades internacionalmente reconocidos.
De acuerdo a la Convención de Viena sobre Representaciones de los Estados en sus Relaciones con las Organizaciones Internacionales de Carácter Universal, artículo 5.1, todo Estado miembro de una Organización Internacional, “siempre que esté permitido por las reglas de la propia Organización”, tiene derecho a crear su misión permanente. Por tanto, su creación no requiere de un acuerdo previo como en el caso del intercambio de misiones diplomáticas entre los Estados, ni tampoco se exige la correspondiente “solicitud de plácet”, que es imprescindible en el marco de las relaciones (bilaterales) entre Estados.
La precitada Convención en su artículo 6 establece las funciones de la misión permanente. En cuanto a la función de negociación en este campo, tiene doble proyección, es decir, hacia la propia Organización y en el seno de la misma. Las líneas de acción de la política exterior para las relaciones multilaterales se suelen establecer en función de los intereses nacionales, teniendo en cuenta la Estrategia Nacional de Desarrollo y conforme al propósito y tema de cada Organismo. Sin olvidar la presencia de actores no estatales en el escenario internacional, para los fines correspondientes. Hoy las misiones permanentes son el medio “más adecuado” para el establecimiento de relaciones diplomáticas, particularmente en la ONU.
El término específico históricamente utilizado para referirse a las misiones diplomáticas acreditadas en las Organizaciones Internacionales era delegación permanente, que aún conservan determinados Estados en casos concretos (Martínez Lage). No obstante, la tendencia actual es denominarlas misiones permanentes. El término delegación se usa más frecuentemente para la misión enviada por un Estado miembro a participar en su nombre en las deliberaciones de un órgano de una Organización Internacional, o también en una Conferencia.
En este ámbito, se designa como “Embajador Extraordinario y Plenipotenciario Representante Permanente” al jefe de una misión permanente que se acredita en la ONU. Mientras que será, únicamente, “Embajador Representante Permanente” el acreditado en las demás Organizaciones Internacionales. “Embajador Representante Alterno” es quien ejerce las funciones de jefe de misión en ausencia del jefe de misión permanente. Asimismo, el Embajador Observador Permanente es el jefe de una misión permanente de observación, acreditado por su país ante una Organización Internacional de la cual no es miembro.