EL CORRER DE LOS DÍAS
Sobre el uso del masato
La yuca, alimento fundamental de la selva amazónica desde aproximadamente el año 3000 antes de Cristo, no lo es solo por el uso del casabe a base de las dos tipos de yuca, Manihot , usados por las sociedades selváticas, sino por la utilización de bebidas como el llamado masato, producto de la fermentación de ambas, la de la yuca amarga llamada “Manihot utilissima” y la de la .dulce conocida como “Manihot dulcis”, de donde se logra la bebida fermentada que no solo se utiliza en las festividades amazónicas, sino que se usaba en rituales en los cuales el masato logrado con el fermento es una bebida embriagante, aunque de sabor negativo para quienes , por curiosidad, hemos tomado un sorbo.
Son decenas los antropólogos que consideran que el masato es, como compañero del casabe, uno de los productos, conjuntamente con la tortilla de maíz, uno de los productos alimenticios de mayor dispersión en América, ya que en sociedades andinas o de la cuenca del valle de México, con variados sistemas de bebidas, el desarrollo cultural dispersa los usos de plantas fructíferas en un abanico de bebidas del que carece el área amazónica. En las sociedades andinas las plantas con notable presencia de azúcar producen mayor fermento que las raíces, entre las cuales la batata (Ipomea Sp.) y la yuca o mandioca serian casi las únicas en utilizarse siguiendo un patrón de fermentación extensivo. De la batata fermentada, según la crónica francesa, se lograba una bebida llamada “maby,” gracias al contenido de azúcares de esta rastrera común en todo el arco antillano y en los plantíos donde predominó el cultivo de raíces, a diferencia del cultivo de semillas del México Central, así como la zona andina, y de lugares andinos que gozaron de una mezcla, o de una producción hibrida, puesto que siendo importantes en la producción de granos como los frijoles (fréjoles) y el maíz, gozaron en algunas subregiones tropicales, de ambos cultivos, como fue el caso maya de Centroamérica, y del llamado stock andino de las cucurbitáceas, de importantes hibridaciones culturales evidentes en Belice, Guatemala, El Salvador, y zonas de Centroamérica donde la disposición geográfica y orográfica culminó en usos variados de sus territorios y en una expresión agrícola muy rica, en la cual la influencia maya usó en gran medida, y según fuera su organización ecosistémica de sitios que consentían diversa modalidades agrícolas, con lagos, ríos y zonas ricas en fauna Inter montaña y fauna que las Antillas no tuvieron, puesto que las islas no gozaron de puentes terrestres que pudieran dar paso a una dispersión de apreciable tamaño.
Por tales razones, con el paso del cultivo intensivo de los tipos de yuca comentados el subproducto o los subproductos como el casabe y el masato, fueron un modelo de explotación que hoy predomina casi de modo exclusivo como utilidad de la alimentación selvática. En el nacimiento del río Orinoco, y de grandes zonas acuáticas de la Amazonia central, donde predominó el cultivo de raíces, la dispersión agrícola de la agricultura de esquejes, de los elementos ricos en almidón, como la yuca, la yautía, el lerén, y raíces que hoy han sido abandonadas, fueron parte de una agricultura que luego se modificaría por la conquista de América.