EN SALUD, ARTE Y SOCIEDAD
Los boletines de salud, hacia la prevención extraordinaria
El Ministerio de Salud Pública informó una significativa mejoría en los indicadores de salud. Desde el inicio de la gestión del Presidente Abinader y la Vicepresidenta Raquel Peña la tasa de mortalidad por Covid-19 aparece congelada en 1.7%-1.8%, en tanto los casos diarios cayeron 54.64% respecto al clímax epidémico del 25 de julio, 2020. Junto a esto, la tasa de positividad de las muestras aplicadas descendió, del 13 de agosto al 21 de septiembre, 15.82 puntos porcentuales (47.79%), al pasar de 33.10% a 17.28%, según informes oficiales.
Del 25 de julio al 21 de septiembre, la situación nacional de salud por Covid-19 presenta, además de tal ostensible mejoría, un comportamiento asincrónico entre incidencia y casos nuevos. Crecieron +73.70% y -75.84%, respectivamente, en una oposición equilibrada mediante la cual anulan sus amenazas potenciales, perdiendo vigor, favoreciendo avances en la situación sanitaria. Aspecto importante, dado que, aunque la incidencia es sumatoria de casos producidos desde el inicio de la pandemia, e incluye activos, curados y fallecidos, los casos nuevos (24 horas) indican la latencia viral, su dispersión efectiva y el nivel de riesgo de contagiar y afectar a la gente, la economía, al sistema y a los servicios de salud.
Persiste, penosamente, en las estadísticas mundiales y locales sobre Covid-19, una inexplicable fascinación por los casos acumulados, un dato histórico directamente no operable porque integra un gran porcentaje de lo inexistente o superado.
Bajo la óptica de las políticas públicas en salud, es insignificante, al no presentar opciones de concebir, diseñar o aplicar políticas o acciones públicas a partir de él o sobre el objeto que indica, careciendo de integridad. Refiere, a lo sumo e indirectamente, la gravedad del golpazo y la inmunización alcanzada comunitariamente.
Más relevante nos parece enfocar los casos activos. Aquí sí; desglosándolos incluso por provincias/barrios. Sobre esta información hemos insistido. Alertar a la gente, entregándole una herramienta valiosa para decidir su circulación y medidas preventivas.
La mejora cualitativa de los boletines especiales del Ministerio de Salud Pública es ostensible. Se reforzarían destacando ese dato que, además, consigna, acredita y estimula el desempeño de los profesionales y de los servicios de salud.
Importa que la gente calibre con exactitud el riesgo que adquiere al desplazarse y socializar.
Que el 21 de septiembre pasado el país contara 24,464 personas con Covid-19 activo significa que en cada manzana cuadrada puede haber, estadísticamente, más de un contagiado: por cada 100 habitantes hay 0.23 casos activos.
A mayor escala: por cada mil habitantes encontraremos 2.26 contagiados activos; por cada 10 mil, 22.55; por cada 10 mil, 225.52 y por cada millón, 2,255.
Moverse en zonas y centros densamente poblados o muy visitados (barrios marginados, complejos de apartamentos, condominios, tiendas, supermercados, bancos, centros de diversión, etc.) expone aún más, por lo aleatorio de las procedencias socio-económicas, urbanas y etarias que pueden coincidir en esos lugares. Conociendo los barrios con más casos activos se reforzarían ahí las medidas preventivas.
Destacar indicadores colectivamente operables posibilitaría a Salud Pública mejorar una de sus funciones cardinales: inducir la formación de hábitos preventivos.
Para esto, los boletines son un dispositivo extraordinario.