Olivares

A contrapelo de quienes, y de una manera desacertada, en­tienden que la nueva Junta Central Electoral (JCE) debe estar conformada por miem­bros absolutamente ajenos a la comunidad política, diversos sectores (sociales, políti­cos y económicos) han manifestado su apo­yo para que el doctor Eddy de Jesús Oliva­res Ortega la presida.

Quienes así propugnan lo hacen en el he­cho cierto de que, y a diferencia de otrora cuando tenía facultades contenciosas, la JCE ya no es un tribunal sino una entidad de ac­ciones meramente administrativas y de una naturaleza política.

Sostienen -con razón- que la probidad no es­tá necesariamente en alguien que nunca haya tenido militancia partidaria (muy difícil de en­contrar en esta sociedad), sino en la capacidad y lo que ha sido su desempeño y su hoja de vida. Materias que pasa con notas sobresalientes el joven abogado, con tres maestrías, quien apar­te de haber sido el primer fiscal de la Provincia Santo Domingo, es uno de los más pulidos ex­pertos en materia electoral.

En la JCE se necesita que los intereses de la policromía política nacional estén debida­mente balanceados con alguien que aparte del derecho y las habilidades administrativas, también sepa de las intríngulis partidarias.

Y Olivares ha sido miembro de la JCE tan­to cuando estaba compuesta por dos cámaras (la Administrativa y la Contenciosa) como en la modalidad actual de pleno unitario, lo que, sumado a su condición de hombre equilibrado, a quien nunca le ha temblado el pulso para cri­ticar lo malo y resaltar lo bueno al margen de quien lo haga, lo convierte indiscutiblemente en el mejor perfil para el puesto.