¡Todo el Presidente!

Después de 31 largos años de la más férrea e inhumana dictadura de América, nos enfrentamos a un golpe de estado, una guerra civil y una grosera intervención Yanqui.

Ese doloroso proceso trajo al poder por 12 largos y dolorosos años a Joaquín Balaguer, un real cortesano de la llamada Era de Trujillo y un representante y defensor de otros intereses nacionales y foráneos en medio de una guerra fría sin cuartel.

No hemos tenido tiempo ni deseo de cambiar las cosas para que el Presidente de los dominicanos no sea una especie de Dios que castiga y bendice, que todo lo puede sobre 48,000 kilómetros cuadrados y sus habitantes.

Es hora de comenzar a entender que el poder lo da y lo quita el pueblo, que es efímero que pasa como una sombra que todos los dominicanos tenemos los mismos derechos a la salud, la educación y el trabajo, y que sobre el hombre que dirige el gobierno no puede seguir cayendo la responsabilidad de todo, es hora de que todos juguemos nuestro rol y asumamos nuestro deber y compromiso con la patria de todos. Ni Luis Abinader ni nadie puede solo resolver los grandes males nacionales.