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CARDIOLOGIA PARA TODOS

La infodemia en tiempos de Covid-19

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Ernesto Díaz ÁlvarezSanto Domingo

En tiempos de crisis, como la que estamos viviendo, surgen otras tan o más graves que la vírica, como la desinformación o noticias falsas (Fake News). Si una persona cree una noticia falsa, esta se propaga de inicio en la familia, luego en el barrio, más tarde en su comunidad y fi­nalmente en todo el país.

Dicha situación propaga el pánico y con­fusión de forma innecesaria, contribuyen­do al caos entre la población.

La organización mundial de la salud (OMS) se refiere a una sobreabundancia de información (algunas rigurosas y otras no) que, en ocasiones, dificulta al ciudada­no encontrar una guía de confianza cuando la necesitan.

El mayor problema en estos casos es que el público general no termina de saber qué informaciones son útiles y con cuáles no.

La OMS lleva tiempo usando la palabra infodemia para referirse a la sobreabun­dancia informativa falsa y a su rápida pro­pagación entre las personas y los medios. “La gente debe tener acceso a información precisa para protegerse a si mismo y a los demás”.

Se ha pasado de la intoxicación informa­tiva individual a la epidemia informativa colectiva o infodemia que no es más que los múltiples rumores que se generan durante los brotes

Este fenómeno genera percepciones ne­gativas, pánico, desconfianza social, vulne­rabilidad y prejuicios de criminalización a las personas que viven o atienden el coro­navirus. Se entiende como un negocio, una estrategia muy sofisticada, buscan el máxi­mo efecto en el tiempo más breve. Se vira­lizan más rápidamente que la capacidad de desmentir.

Es bueno recordar que la infodemia se refie­re al exceso de información, verdadera o falsa, teniendo presente que los medios y las mismas autoridades también contribuyen a esta nueva pandemia. Así que cuando escuches la próxima vez la palabra infodemia ya sabe a qué se refie­re. Para contrarrestarla la (OMS) recomienda

1- Consultar fuentes autorizadas y ofi­ciales como la OMS y MSP

2- Evitar repetir información errónea o sin sustento científico

3- Verificar los rumores y la información sospechosa

4- Evitar contar perspectivas de historia sin sustento científico

5- Evitar incluir mitos o remedios loca­les, sino tienen fuentes científicas basadas en las evidencias.

Asesor Asociación Instituto Dominicano de Cardiología

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