CARDIOLOGIA PARA TODOS
La infodemia en tiempos de Covid-19
En tiempos de crisis, como la que estamos viviendo, surgen otras tan o más graves que la vírica, como la desinformación o noticias falsas (Fake News). Si una persona cree una noticia falsa, esta se propaga de inicio en la familia, luego en el barrio, más tarde en su comunidad y finalmente en todo el país.
Dicha situación propaga el pánico y confusión de forma innecesaria, contribuyendo al caos entre la población.
La organización mundial de la salud (OMS) se refiere a una sobreabundancia de información (algunas rigurosas y otras no) que, en ocasiones, dificulta al ciudadano encontrar una guía de confianza cuando la necesitan.
El mayor problema en estos casos es que el público general no termina de saber qué informaciones son útiles y con cuáles no.
La OMS lleva tiempo usando la palabra infodemia para referirse a la sobreabundancia informativa falsa y a su rápida propagación entre las personas y los medios. “La gente debe tener acceso a información precisa para protegerse a si mismo y a los demás”.
Se ha pasado de la intoxicación informativa individual a la epidemia informativa colectiva o infodemia que no es más que los múltiples rumores que se generan durante los brotes
Este fenómeno genera percepciones negativas, pánico, desconfianza social, vulnerabilidad y prejuicios de criminalización a las personas que viven o atienden el coronavirus. Se entiende como un negocio, una estrategia muy sofisticada, buscan el máximo efecto en el tiempo más breve. Se viralizan más rápidamente que la capacidad de desmentir.
Es bueno recordar que la infodemia se refiere al exceso de información, verdadera o falsa, teniendo presente que los medios y las mismas autoridades también contribuyen a esta nueva pandemia. Así que cuando escuches la próxima vez la palabra infodemia ya sabe a qué se refiere. Para contrarrestarla la (OMS) recomienda
1- Consultar fuentes autorizadas y oficiales como la OMS y MSP
2- Evitar repetir información errónea o sin sustento científico
3- Verificar los rumores y la información sospechosa
4- Evitar contar perspectivas de historia sin sustento científico
5- Evitar incluir mitos o remedios locales, sino tienen fuentes científicas basadas en las evidencias.
Asesor Asociación Instituto Dominicano de Cardiología