CONTANDO LOS HECHOS
El futuro de la especie humana
Fue en el año 1798, cuando el erudito, sacerdote anglicano y demógrafo Thomas Malthus, publicó un ensayo donde formulaba la teoría sobre la población en la que afirmaba que mientras ésta crece en progresión geométrica la producción de alimentos solo aumenta en progresión aritmética. La aplicación de los avances tecnológicos ha demostrado a través del tiempo que Malthus no tenía razón. Sin embargo, sus señalamientos geométricos de la población tienen un efecto sobre la raza humana, la naturaleza y sus espacios, que se manifiestan de diferentes maneras.
Veamos lo que nos dicen los científicos Ian Tattersall y Rob Desalle en su libro The Accidental Homo Sapiens.
“Hoy, la población mundial del Homo Sapiens está bien avanzada en el camino a los ocho billones y se proyecta que sobrepasará los nueve billones a mediados de este siglo.
Las implicaciones para el futuro biológico humano siguen como la noche sigue al día. Bajo las actuales circunstancias las probabilidades de un cambio biológico en el linaje humano es mínima. Pero eso naturalmente es bajo las circunstancias actuales; y se pueden concebir dos excepciones que podrían promover la innovación biológica en nuestro linaje. La primera y más obvia posibilidad es que el cambio demográfico habrá de ocurrir: algo sucederá que reducirá traumáticamente la población humana y que fragmentará a los sobrevivientes en bolsas aisladas, reestableciendo las condiciones requeridas para la evolución. Cualquier número de escenarios claramente de este lado de la ciencia ficción podrían incluirse aquí. El conflicto nuclear mundial ya no parece tan impensable como lucía hace un tiempo; un virus robusto, letal y fácilmente transmisible podría fácilmente surgir y causar estragos en la población mundial; o un asteroide podría impactar nuestro planeta con consecuencias similares a aquellas que eliminaron a los dinosaurios hace unos 66 millones de años”.
Hace varios años que conocí a un dominicano sobresaliente, que ya retirado había regresado a su país a disfrutarlo tranquilamente. Él había trabajado como ingeniero aeronáutico y doctor en física durante varias décadas para la compañía Lockheed Martin, que ha sido, y sigue siendo el principal suplidor de defensa de USA, su nombre era John Saunders.
En un almuerzo Saunders me manifestó su preocupación por la súper población mundial trayendo a colación el factor K. El factor K establece el grado de sustentación de personas que tiene un espacio dado, que al quebrantarse produce todo tipo de distorsiones.