OTEANDO
Gestión del patrimonio estatal
En realidad, un trabajo como este admite una mirada de perspectivas, pero no se dispone de suficiente espacio para ello, por lo que me concentraré en destacar dos aspectos: relevancias e implicancias de la fusión.
PRIMER ASPECTO. Si bien en la particular arista inmobiliaria, la identificación de los bienes del Estado puede hacerse mediante un catastro particular operado desde la Dirección General de Bienes Nacionales, ello solo aportaría vocación de administración y disposición respecto de estos. En cambio, la actualización de un Catastro Territorial Ordinario a nivel nacional, aunque abarque exclusivamente aristas de ubicación, mejoras, geometría y precio, constituiría una avenida para el desarrollo; pudiendo deducirse de ello resultados de otro tipo.
Piénsese, por ejemplo, en el aspecto tributario; igual en la elaboración e implementación, a partir de esa data, de estrategias de inversión privada o inversión mediante alianza público privada (Ley sobre Mercado Hipotecario y Fideicomiso); estrategias de inversión social (Plan de titulación del gobierno), por ejemplo. Amén de que, en lo que hace particularmente a la titulación de viviendas, debe tomarse en cuenta la solución de un problema previo, que lo es, el justo pago que falta hacer a la gran mayoría de los propietarios de terrenos “expropiados” para construirlas. Ningún gobierno ha podido resolver ese problema, ya por falta de dinero, ya por falta de voluntad. No obstante hay caminos y, de hecho, fórmulas identificadas para solucionarlo.
SEGUNDO ASPECTO. Se refiere a una implicación ajena a todas las bondades y procedencia que hasta ahora hemos destacado sobre la fusión. Se trata del desafío que supone la evaluación de personal y subsecuente desvinculación de la nómina que ello acarreará para muchos. Ignoro, sobre el CEA y la DGCN, cuál es la composición, dentro de su presupuesto, de la nómina y sus derivados (seguridad social y sueldo 13, entre otros), propios del objeto (01) de ejecución presupuestaria.
Sin embargo, me gustaría aportar una idea sobre Bienes Nacionales. Ahí el componente en cuestión debe rondar el 70% de su presupuesto -a pesar de que, entre 2012 y 2013, hubimos de tener el coraje de desvincular de nómina más de quinientos empleados del personal contratado, disminuyéndola de 31 a 26 millones mensuales. Mas, como no se puede opinar cuando no se maneja suficiente información, confío en que el nuevo gobierno tenga una salida para mitigar el impacto que ello causará en nuestra economía.