EN SALUD, ARTE Y SOCIEDAD
Gracias, Luis Abinader, por Carmen Heredia en Cultura
Luis Abinader, Presidente Electo que el próximo 16 de agosto recibirá el gobierno, anunció que designará a Carmen Heredia —bailarina, violinista, crítico de arte y administradora de empresa— en el Ministerio de Cultura.
La decisión se recibe como acción importante y se celebra.
Con ella, el presidente de #ElCambio devuelve la entidad a quienes en su entorno sueñan, habitan, crean, actúan y emprenden.
Carmen Heredia es una aquilatada figura pública de las artes. Ella engalana cualquier posición en la cual sea colocada: por sus méritos personales, formación política y cultural, su firmeza de carácter, su don de gente y autoridad, su actitud de permanente presencia en el escenario creativo y de interpretaciones, por su atención y observación agudas, por sus gentiles maneras.
Al indicarla, se rompe con el desprecio que hacia los intelectuales y artistas expresó el oficialismo saliente, designando a cargo de Cultura personas sin vínculo troncales con el sector, apartados de este desde hace décadas o con poca dimensión en sus aportes individuales a este entramado donde en emoción y sentimiento fraguan y se concretan los significados de nación y justicia, de humanismo, civilidad y coexistencia, preservando los tesoros físicos e intangible de la riqueza nacional. Con Carmen Heredia la cultura regresa al tope del Ministerio de Cultura; restablece, en el espectro de la gestión y de las acciones oficiales en el ramo, una idoneidad acompañada de objetivos hacia lo mejor.
Si lo cultural tiende a algo de forma indudable, como paradigma propio de su definición y condición de su existencia, es hacia la expresión de los talentos en obras y resultados que den cuenta de niveles máximos de sentido, originalidad y excelencia.
Por la incidencia de esta triada, en una de sus praxis, el arte, hasta lo feo adquiere dimensión estética, acompañando a lo bello y a lo sublime.
Cultura es modelar la existencia e imaginarios en significados trascendentes para el ser, la colectividad. Ellos re emergen en visiones y pensamientos encarnados en formas nuevas, originales y totales, comprometidos con la sociedad, la humanidad, el individuo y los demás. Karl Rosenkranz inició la hoy abundante teorización al respecto.
Lo feo, como calidad estética, es un recurso crítico social. Lo trágico, la compasión humana ante lo heroico. A ellos ingresan segmentos, momentos y figuras importantes de la Historia del arte: Geronimus El Bosco (Jheronimus van Aken), Goya, Picasso, George Gross, Ensor, el expresionismo y, al sentido de lo trágico: Aquiles, el Laooconte, las crucifixiones de Jesús, Gericault…)
También sus “opuestos” —lo bello y lo sublime. Estos desencadenan, con sentido de aprobación y disfrute, ese nivel de requerimiento, el mismo anclaje al significado original de expresión excelente hasta deslumbrar.
Lo bello y lo trágico lograron existencia armónica en lo visual: Laocoonte y, en las socionarrativas, en el destino de sacrificio y entrega de los héroes, desde la Ilíada y la Odisea.
Hay belleza en el sufrimiento de morir por el bien común y el colectivo: Jesús. Es lo que explica a Aquiles y los mitos heroicos.¡Heroicidad, requerimiento urgente ante las crisis!