OYE PAÍS
… aún no podemos pasar esa página
El proceso político-electoral ha concluido con éxito, sin mayores traumas y sus resultados aceptados por la sociedad. Un capítulo se coronará el 16 de agosto cuando asuman las nuevas autoridades. A partir de ahí, el país abre un nuevo tramo de su historia que solo el tiempo podrá evaluar.
Hoy tenemos un problema mucho mayor, la pandemia del coronavirus, sobre el cual aún no podemos pasar la página.
La falta de credibilidad y de respeto de la gente a la autoridad, alimentado por el populismo electoral y una inexplicable indecisión para aplicar la drasticidad requerida para frenar el avance de la pandemia, nos coloca en el medio mismo del temido torbellino del rebrote. Un retroceso expresado en un aumento vertiginoso de contagios, muertes y un ostensible colapso del sistema hospitalario, público y privado, al llegar al borde de la capacidad para satisfacer la demanda de camas.
Si bien la autoridad ha sido tímida, la gente ha sido irresponsable, intolerante y en gran medida culpable de la situación actual por su desafío a la realidad del virus y las medidas adoptadas, contribuyendo a su expansión. Otros no esconden ni guardan las formas en poner por delante sus negocios sobre el sofisma de que la crisis económica es peor que la crisis sanitaria.
El arribo de un nuevo gobierno en medio de este estado de emergencia, nos obliga a aunar fuerzas y voluntades para vencer, o al menos dominar este toro desenfrenado y lograr pasar la página de esta hora negra en la historia de la nación.