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ORLANDO DICE

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Los círculos de estudios del PLD fue­ron escuelitas de enseñanza po­lítica antes de que Freddy Beras Goico creara La Escuelota, con la diferencia de una chusca y la otra herramienta de poder.

Los peledeístas aprendieron tanto que cada cierto tiempo se depuraban y los organismos eran centrífugas que disponían de la militancia de cualquier compañero.

La historia del partido morado es rica en ex­periencias de lo que se fueron o fueron y des­pués, en la hora de poder, supieron volver con el antiguo espíritu de manada o disidencia artera.

Solo que Carlos Gardel se equivocó. Veinte años no es nada cantando tangos, pero sí mu­cho en el poder, y el PLD con 4 en primera ges­tión y 16 de corrido después, era para cansarse a sí mismo de vivir a su manera.

Ahora todos son expertos en la derrota, y la Vicepresidenta manda sin querer queriendo in­directas que parecen puyas. Habla del arte de la retirada.

Los soldaditos de plomo están por desatarse y empezar a cobrar piezas sin que se les conozca como cazadores en el bosque. Aunque lo que se diga en público no será tan interesante como lo que se murmure en privado.

Por ejemplo se habla de las maldades o tru­cos de campaña. Como convocar reuniones o asambleas sin comunicarlas con tiempo a la di­rección del partido.

Los periodistas que trabajaron con otros pre­candidatos se quejan de que fueron margina­dos, de que no se les tomó en cuenta, aun cuan­do se conocían sus aptitudes y relaciones.

Los dueños de emisoras de radio y canales de televisión, aliados conocidos y de años del PLD, también se resintieron. Las cuñas publicitarias beneficiaban a otros y a ellos se les pedía coloca­ción a título de colaboración.

Unas de cal para el principal responsable de campaña, pero también cal y no arena para el candidato que desaprovechó dos oportunida­des de oro. La derrota de Leonel Fernández en las primarias y el punto más crítico de la pande­mia, cuando tuvo a su entera disposición el es­cenario político del país.

Ningún orfanato está en condiciones de aco­ger derrotas.

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