FE Y ACONTECER
XI Domingo del Tiempo Ordinario
14 de junio de 2020 – Ciclo A
a) Del libro del Exodo 19, 2-6a.
Moisés lleva al pueblo el mensaje del Señor y el pueblo acepta obedecerlo; la alianza ha de consistir en que el pueblo será “propiedad escogida” del Señor y el mismo pueblo se compromete a no reconocer otros dioses fuera del Señor, entre todos los pueblos de la tierra, convirtiéndose en pueblo consagrado. Naturalmente esto no es obra sólo de Dios sin el concurso del pueblo, éste tiene que decidir si acepta responsablemente la oferta del Señor. En este pasaje Moisés representa al mediador entre Yahveh y su pueblo, pero también es un auténtico profeta en cuanto que es portador de un anuncio al pueblo.
b) De la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 5, 6-11.
San Pablo trata de enseñarnos que la humanidad ha sido reconciliada con Dios por la fe en Cristo Jesús, que sacrificó su vida por nosotros, aun siendo pecadores. La entrega total de Jesús hizo posible una nueva relación de Dios con la humanidad, una relación de hijos e hijas de Dios. La fe suscitada por la palabra de Dios no se limita a descubrir verdades conceptuales, sino que impulsa a secundar la acción del Espíritu Santo para transformar la realidad humana, a partir de la conversión profunda que ha de tener lugar en lo más profundo del corazón humano. las condiciones para que la Nueva Alianza se cumpla son la fe en Jesucristo y la obediencia a sus enseñanzas.
c) Del Evangelio de San Mateo 9, 36-10, 8.
Estos versículos tratan sobre el envío de los doce Apóstoles, con las instrucciones de Jesús para la misión evangelizadora que les confía. Desde esta perspectiva misionera se define la vocación y la identidad de la comunidad eclesial, constituye el segundo de los grandes discursos del primer evangelio y comprende tres segmentos: primero Jesús analiza la condición del pueblo que no tiene líderes. El segundo es el nombramiento de los Doce. Y tercero, las instrucciones específicas que recibieron, que se prolongan el resto del capítulo 10, cuya lectura continuará los dos próximos domingos. Jesús compadecido de la muchedumbre, expone su preocupación misionera con dos imágenes de los destinatarios de la misión: son ovejas sin pastor y mies que pide cosechadores. Mateo da la lista de los Doce Apóstoles (que significa en griego “enviados”). El mensaje esencial de los misioneros será la llegada del Reino de Dios; y habrán de unir al anuncio los signos de la presencia de este: “Curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, arrojen demonios. Gratis lo han recibido, denlo gratis” (v.8).
La continuación de la misión de Jesús, ha de realizarse en total desprendimiento, sin intención de lucro ni provecho propio y por el envío de los Apóstoles queda manifiesto que la misión es un servicio gratuito. Se trata de dar gratis lo que se ha recibido gratuitamente de Dios, consigna misionera de perenne validez. Debemos transmitir la Noticia de que Dios ama al hombre, lo invita a la fe, a su amistad, a su adopción filial y a la fraternidad humana mediante el seguimiento de Jesucristo, el Hombre nuevo. Siempre serán de gran actualidad en la comunidad de fe que es la Iglesia las palabras de Jesús: “Vayan al mundo entero… Den gratis lo que gratuitamente han recibido”. Y aquella reflexión de San Pablo: “Si evangelizo no es para mí motivo de gloria, sino que se me impone como necesidad. ¡Ay de mí si no evangelizare!” (1 Cor. 9, 16).
Fuente: Luis Alonso Schökel: La Biblia de Nuestro Pueblo.
B. Caballero: En las Fuentes de la Palabra.