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ORLANDO DICE

No tanto ni por tanto

La política no se queda fuera de na­da que afecte, altere e implique, ni permite que la saquen por la ven­tana o tapen cuando sea algo in­decoroso.

La campaña tiene sus maneras, sus formas de hacer y deshacer, y la política no le pierde ni pie ni pisada, pues además se siente sufi­ciente para afrontarlo todo.

Llevase un tiempo esperando que César El Abusador hable en Colombia o cante en Esta­dos Unidos, donde los narcos mejoran la voz y se convierten en tenores de primera.

Aquí se tenía y tiene la idea o el conoci­miento de que llegado el momento el triste­mente célebre personaje revelaría sus relacio­nes con figuras importantes de la política. En especial del gobierno.

Lo inexplicable es que El Abusador saliera de escena, o que la sensación y expectativa de la detención de los supuestos miembros de su banda, se volviera sal y agua.

Como si nada hubiera ocurrido, y solo el cierre de sus negocios, los cuales -- como quiera -- no estarían abiertos al público por la veda de la cuarentena.

Ese factor, por tanto, no llenó su cometido, y la política sigue aguardando y sospechando que cuando sea provocará crujir de dientes.

Ahora apresan a Yamíl Abreu Navarro, y lo hacen con fines de extradición hacia Estados Unidos, cuyo gobierno lo reclama. Un proce­dimiento a todas luces normal y con antece­dentes.

Solo que las agencias dominicanas colocan la política en primer plano y al extraditable lo identifican con un partido, como si militancia fuera parte del delito.

No lo solicitan por ser miembro del PRM, ni porque haya sido funcionario municipal o dirija la campaña del oposicionista en el sur.

La denuncia es de narcotraficante y el ex­pediente incluye sus vinculaciones con carte­les acreditados, como el muy famoso de Si­naloa.

De seguro se piensa o se calcula que cuan­do lo aprieten por los envíos de droga, con­fesará intimidades de la política dominicana, sus aportes económicos de campaña, y que por ahí María se irá.

Aunque Pilarín siempre duerme en cama cómoda, no siempre sueña.

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