Boomerang publicitario

A raíz de la aparición del Co­vid-19, muchas instituciones ofi­ciales y empresas privadas han desarrollado esfuerzos publicita­rios para educar y prevenir so­bre el virus y de paso nutrir su reputación con esta acción de responsabilidad social empre­sarial.

Esta iniciativa no solo se llevó a cabo en el país. Fue una acción global que inundó los medios de comunicación y las plataformas di­gitales.

He tenido acceso a unas estadísticas sor­prendentes relacionadas con este tipo de co­municación y el grado de atención que los pú­blicos receptores le han brindado a la misma.

El estudio, aplicado en públicos diversos en cuanto a edad, sexo, nivel social, etc., arrojó unos resultados asombrosos. Dice que más del 60% de las personas que eran impactadas por la comunicación Covid-19, dejaban de ver su contenido a los 3 segundos de iniciado el mismo. No así cuando la comunicación po­seía contenidos de otra índole.

Esta inaudita medición es un reflejo de lo que sucede cuando hay saturación: el públi­co objetivo termina rechazando el mensaje y convirtiéndolo en un boomerang publicita­rio.