Pancarta
Desde hace 90 años, República Dominicana registra dos mega secuestros que mantienen sin aliento su vida política.
El primer gran secuestro lo consumó el régimen tiránico trujillista que disponía a su antojo sus ocurrencias.
Luego, del 30 de mayo hasta el 25 de septiembre de 1963, con el golpe de Estado a Juan Bosch, comenzó el segundo mayúsculo gran secuestro. El golpe fue protagonizado por los poderes fácticos: extranjeros, militares, politiqueros, empresariales, eclesiales, mediáticos y otros. Si cuando Trujillo no se movía nada sin su conocimiento, seis décadas después, guardando la distancia, sucede que la corporación de poderes, comenzando por el imperial, creído dueño del país, entiende que todo debe estar bajo su control, incluido el sistema político.
1965 dijo que el pueblo no debe ser sumiso ni al poder imperial ni a los poderes fácticos locales. ¡Solo el pueblo salva el pueblo! Eso aprendimos de nuestros próceres. “Nacimos para vencer y no para ser vencidos”